El extraño caso de Violet

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—Todo empezó hace unos seis meses atrás. Mira, yo siempre he vivido sola. Entonces, un día lunes por la mañana, fui a desayunar y llevé un gran susto. Abrí el refrigerador y encontré un montón de cosas que yo jamás había comprado, cosas que nunca suelo comer.

Estuve días pensando en una posible explicación, pero no encontré ninguna otra que no fuera mi mala memoria.

Después de un mes volvió a suceder algo extraño, encontré en mi ropero, un pantalón amarillo y una falda rosada. ¡No me lo podía creer! Esos son definitivamente los colores que más odio, que jamás usaría. ¿Quién los había comprado? Si alguien me los regaló, ¿cómo era posible que yo los guardara allí?

Entonces siguieron sucediendo cosas así una o dos veces al mes. Siempre me pasaba cuando despertaba después de una larga noche. No quise ir a ningún médico, porque, en primer lugar, nunca me gustaron los médicos, y, en segundo lugar, tenía miedo de estar loca. Ya había pasado por cosas demasiado terribles en mi vida, no creía soportar algo así.

Pero hace una semana pasó algo terrible. Estaba en mi trabajo, y después de almorzar me senté en un sillón y cerré los ojos, pero cuando los abrí estaba en la playa, sin dinero y a 400 km de aquí —le dijo Antonella al psiquiatra, que la miraba atentamente, recordando lo que la misma mujer, pero con el nombre de Violet, le había estado contando los últimos tres meses.

 Estaba en mi trabajo, y después de almorzar me senté en un sillón y cerré los ojos, pero cuando los abrí estaba en la playa, sin dinero y a 400 km de aquí —le dijo Antonella al psiquiatra, que la miraba atentamente, recordando lo que la misma muj...

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