Adicta a los microcuentos

112 28 20
                                    

Ella era adicta a los microcuentos. Hacía un mes había encontrado este libro y ahora ya nada sería igual.

Hasta que pasó la tragedia...

Miró el celular. ¡Nada! Ninguna actualización. Hacía una semana que pasaba lo mismo, la abstinencia la mataba.

Intentaba dormir, pero en una mano tenía el celular, y a cada diez minutos lo volvía a mirar.

¡Tan solo un cuento! No hacía falta nada más para alegrar su día, permitir que sus ojos descansaran.

¿Acaso su escritora favorita no lo sabía?

Y entonces fue cuando todo sucedió.

Esa noche ella se puso a leer los microcuentos anteriores. Casi ya los sabía de memoria, pero los necesitaba. Al menos calmaban su hambre por nuevas historias.

Pasaron horas así, y entre abrir y cerrar los ojos, despertó en un sitio muy distinto a su realidad.

El lugar era familiar, pero a la vez desconocido. Había letras por todos lados: un mar de verbos bajo sus pies, consonantes en nubes sobre su cabeza, puntos de interrogación jugando a la pelota con punto y coma.

¡No lo podía creer! ¡Estaba atrapada en un microcuento! ¡Ahora ella era parte de él!

Eso le pareció muy loco. ¿Sería algo bueno o malo?

Su primera reacción fue correr, sin darse cuenta que, al hacerlo, pisaba un botón naranja que decía con letras muy grandes:

PUBLICAR

...y fue así como ella misma se encerró para siempre adentro del libro...

-Ojalá el próximo no sea el capítulo final -suplicaba cada noche antes de dormir.

...sigue

*Donde dice "sigue" es el final de la historia, por si acaso alguien no entendió, hehe.

*Donde dice "sigue" es el final de la historia, por si acaso alguien no entendió, hehe

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un viaje a través de mis MicrocuentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora