Él era poeta y tocaba la guitarra, pero nunca había escrito ninguna canción, no tenía tiempo.
El último sábado por la noche, como no podía dormir, salió al patio a contemplar el cielo, tenía la guitarra en la mano y de pronto vio que desde la luna había una escalera colgando que bajaba hasta su patio. ¡¡No pensó dos veces y se subió!! Solía tener miedo a las alturas, pero ese día disfrutaba de ver cómo su casa poco a poco se transformaba en un minúsculo punto de luz.
Arriba, sentado en la luna, no tuvo que esforzarse por buscar los versos y la melodía, llegaron solos, como si siempre lo hubieran esperado.
Cuando terminó la canción, fue bajando las escaleras y a mitad de camino vio que se formaron nubes. Se detuvo allí entre el cielo y la tierra y observó un buzón de correo flotando en el aire. No dudó en dejar allí la partitura, y, para su sorpresa, ¡enseguida empezó a llover! ¡¡Llovían notas musicales por toda la ciudad!!
Cuando por fin llegó de vuelta en su casa, siguió contemplando el espectáculo. Reconocía su melodía cayendo por el techo. ¡Era hermoso!
Los próximos días cuando llovía, ponía toda su atención en cómo sonaba y solo entonces se percató del porqué el sonido de la lluvia siempre era tan hermoso. Imaginó cuántos poetas y músicos se escondían por su ciudad, cuántos estarían en aquel momento sentados en la luna componiendo.
¡Cuántas melodías se unían para formar solo una!
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Un viaje a través de mis Microcuentos
General Fiction¿Te cuento un cuento? Entra para viajar por estas páginas donde en tan solo un minuto podrás sentir y vivir lo que tu imaginación o pensamientos te quieran pintar. Porque aquí lo único que haré será escribir, ¡todo lo demás te toca a ti! Microcuen...