Teodoro pasó todo el año enamorado de Mónica, pero nunca se atrevió a decírselo. Ella tenía el cabello rojo como el fuego, pecas en su rostro de nieve y unos ojos azules que le hacían volar.
Eran chicos de siete años, ni siquiera sabían deletrear la palabra "amor", pero sí, en su mente de niño, Teodoro sentía que estaba totalmente enamorado de ella.
Entonces llegó noviembre, y por casualidad él supo que el color favorito de ella era el verde. Llevándose de valor, decidió comprarle un regalo antes de acabar el año escolar.
Ahorró el dinero de la merienda y el viernes por la tarde se fue a una feria de artesanías que había en una plaza al frente de su casa y le compró un hermoso anillo verde. Se sentía el chico más feliz del mundo. Pasó todo el fin de semana imaginando la sonrisa que ella le regalaría al recibir su anillo.
Pero el lunes por la mañana Teodoro tuvo noticias de la desgracia. Un conductor de autobús borracho la había atropellado a dos cuadras de la escuela.
En el velatorio, Teodoro, con los ojos hinchados, se acercó a la mamá de Mónica y le entregó el anillo. "Era su color favorito", le dijo cabizbajo. La mamá de Mónica enseguida lo puso en su dedo meñique y nunca más lo sacó. Cada vez que lo mira se acuerda de su hija. Por otro lado, Teodoro, hasta la edad adulta, nunca más tardó en declararse a las chicas.
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Un viaje a través de mis Microcuentos
General Fiction¿Te cuento un cuento? Entra para viajar por estas páginas donde en tan solo un minuto podrás sentir y vivir lo que tu imaginación o pensamientos te quieran pintar. Porque aquí lo único que haré será escribir, ¡todo lo demás te toca a ti! Microcuen...