Mariposa

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Ella lo miró fijamente mientras le prestaba un lado de sus audífonos. Estaban sentados juntos cuando empezó a sonar una canción de A-ha y los dos dijeron al mismo tiempo que era una música magnífica. ¡Entonces ella sintió que no podía haber conexión más linda con alguien!

Pero por lo utópico que era todo, supo que era un sueño. Ahora ya consciente de lo que pasaba, le gustó verlo allí tan cerca. Nunca lo había visto antes y quiso aprovechar cada segundo.

Sin pensarlo acercó sus labios a los de él en un beso tan tierno como real. Ella sentía que a cualquier momento despertaría y lo abrazó  en un intento de no dejarlo partir tan deprisa.

Cuando apoyó su cabeza en el hombro de él, vio en su oreja un adorno en forma de mariposa. Se lo quitó y puso en su propio cabello; esta sería una manera de tenerlo para siempre o llevar un recuerdo de ese momento que estaba a punto de desvanecerse. Él dijo que le quedaba lindo y la volvió a besar tiernamente mientras acariciaba su cabello y rostro.

Cuando ella se despertó, todavía llevaba el adorno de mariposa en su cabello ondulado.

Muchos años después, cuando su papá murió y ella ocupó su lugar como reina, su primer pedido fue que incrustaran en la corona el adorno de mariposa. Hasta hoy nadie conoce la verdadera razón de su insistencia en llevar aquella vieja mariposa de metal. Si ella les contara, tampoco le creerían.

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Un viaje a través de mis MicrocuentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora