Me hubiera gustado elegir el color porque nunca me dejan hacerlo. Entre mi pálido color y otros colores pálidos, me quedaría con el mío, aunque no tenga ningún brillo.
Bueno, hablo en pasado porque lo que cuento aquí ya pasó. Algunos dicen que dejemos el pasado en el pasado, pero creo que no moriré jamás, al menos que me mataran, así que no me preocupo con pasados, eso lo dejo para otros, como ese tipo medio gris medio rosado que suele pensar tanto.
Ya sé, me he ido por las ramas. ¡Ahora vuelvo! Como les decía, quería elegir el color, vi que habían muchos diferentes. Me hubiera gustado un rojo o un morado. Quizás azul o verde también sería interesante. No soy vieja, pero quizás ella sí lo sea, o siente que es.
Lo cierto es que cerré los ojos suplicando en silencio que fuera un color más vivo. ¿Qué pasó? ¿¡Qué iba a pasar!? Cuando abrí mis ojos vi caer sobre mí una lluvia color plateado. Está bien, al menos tenía algo de brillo, pero no era para nada lo que yo quería.
Ahora solo me queda, bueno, nos queda, porque somos 20, resignarnos y esperar la bendita acetona para quitarnos ese desastre. ¡Uff! ¡Qué vida!
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Un viaje a través de mis Microcuentos
Ficción General¿Te cuento un cuento? Entra para viajar por estas páginas donde en tan solo un minuto podrás sentir y vivir lo que tu imaginación o pensamientos te quieran pintar. Porque aquí lo único que haré será escribir, ¡todo lo demás te toca a ti! Microcuen...