Valium // YM

Especial de buenos días.

— Jimin... Jimin tenemos que ir a la oficina, ocurrió algo.

Jay trataba de mover a Jimin, pero no tenía resultado. Entonces no tuvo otra alternativa mas que levantarse, y tirarlo en el acto.

— Bonita forma de despertarme... — se quejó Jimin luego del impacto. Sus ojitos no podían abrirse en su totalidad, estaba muy cansado.

Cada quien se dio un ducha rápida en su respectiva habitación. Jimin optó por unos jeans y una camisa de seda blanca, ajustada, hermosa y lo suficientemente corta para que su abdomen se mostrara si alzaba las manos.

Salieron corriendo hacia el auto, y de ahí pareció que volaron. Jay se encerró en su despacho y Jimin siguió de largo hasta la sala de juntas. Sus pesadillas ya estaban en el lugar, el grupos de abogados más calientes de toda Corea.

— Iba a traerles café, pero veo que lo compraron de camino, ¿eso quiere decir que ya puedo irme a casa?

— Considerando que Jay tiene un problema que atender en su oficina con su antiguo jefe, necesitaremos más café en unas horas — habló Jaebum mientras jugaba con su vaso vació de starbucks.

— ¿Tengo que preparar algo para la junta?

— Nada, ni siquiera nosotros sabemos porqué estamos aquí — respondió Jiho.

Jimin frotó su rostro lleno de frustración.

No dejó pasar, que todos iban tan elegantes y oliendo a jóvenes millonarios y exitosos en la vida.

Jaebum y Chanyeol comenzaron a jugar con bolitas de papel, las que tenían que caer dentro del cesto de basura junto a Jimin.

— No puedo creerlo. Son unos niños.

Jimin se agachó para recoger las bolitas, y ante todos esos hombres, su trasero alzado y la vista del encaje sobresaliendo gracias a la milagrosa camisa, hizo que todos pusieran atención. Y claro, Jiho no pudo mantener la boca cerrada.

— Me encanta venir temprano a la oficina para ver tu hermosa lencería, Minnie.

Jimin se levantó como resorte. Su color de piel rápidamente cambio a rojo intenso, todos rieron de acuerdo con Jiho.

— Concuerdo con Jiho. Es una buena manera de activar mi cerebro.

De nuevo todos se burlaron.

— Pero lo mejor sería quitarlo... Con los dientes.

Jongin usó una voz ronca que erizó la piel de Jimin.

— Imbéciles.

¡Jimin ni siquiera podía lucir enojado! Siete hombres perfectos en todos los sentidos, le estaban hablando sobre su lencería.

Jackson se puso de pie, caminó hasta Jimin y tomó su cintura.

— Eres muy sensual, Jimin. No me explico por qué Jay no te pide salir.

Todos miraban aquella escena de Jackson asechando y Jimin temblando de nervios.

Aunque todos en aquella sala eran el cazador.

A Jimin no le dio tiempo ni de tratar de decir algo, Jackson lo estaba besando.

¡Jackson lo estaba besando!

Jimin sentía que en cualquier momentos sus piernas iban a fallar, o pasarían de un estado sonido, a un liquido. No luchó por separarse, ¿quién demonios lo haría? Jackson besaba como los mismos Dioses.

Dio un salto cuando sintió a alguien abrazando su espalda y rozando la nariz contra su nuca, cortó el beso para poder ver, y era Mino. Jimin sonrió lascivo y se pegó más a su cuerpo, mientras volvió con los labios de Jackson.