Valium // YM

47

 Jay y Jimin habían estado siempre conscientes de lo que pasaba entre ellos, sí, al inicio fue sólo un bloqueo para pensar en ellos y no en otras personas. Con el tiempo, claro que se desarrollaron sentimientos. 

Un tiempo ya juntos, sabían cada pequeña cosa uno del otro. Jimin pasó nuevas etapas a su lado, desde vivir lejos de casa, un trabajo y vivir con una pareja. Jay sintió calidez bajo su techo, convirtiendo este un hogar. ¿Sería eterno? Era cuestión de tiempo.

Quizá el amor de Jimin por Yoongi ni siquiera fue amor; sin embargo, Jay y Hyunjin tenían una historia que valía la pena aclarar.

Jimin no le iba a detener.

Tenía un gran amor por Jay, romántico o no, no iba a interponerse en la que sabía era su felicidad.

Otra cosa era que Hyunjin estaba saliendo con Gray, y Gray es una persona maravillosa. Tanto Jimin como Jay le habían tomado un cariño enorme.

Quizá... si Hyunjin y Jay hablaban, que Jay tuviese la oportunidad de explicar todo lo que había pasado, él estaría en paz con el perdón de Hyunjin y Hyunjin sabría toda la verdad. Todo quedaría hablado y el pasado superado. No sabía con certeza si Hyunjin, pero Jay sí que lo necesitaba.

Con un movimiento delicado y cuidadoso, acaricia la espalda de Jay, y cuando este le mira, Jimin sonríe.

— Ve, Jay. No pierdas la oportunidad nuevamente.

— ¿Estarás bien?

Lagrimas estancadas en los ojos de ambos.

— Estaré muy feliz.

Jay no necesitó más. Tomó el rostro de Jimin y besó su frente con todo el cariño del mundo antes de correr a la puerta y suplicar a lo que sea que exista en el universo que le deje alcanzar a Hyunjin. Hablar con él, aunque sea una vez más.

Cuando por fin estaba en la planta baja, los pudo ver, Hyunjin escondido en el pecho de Gray. Ambos sentados en una de las bancas de afuera, hablando, quizá explicando el momento amargo, el porqué de todo lo que había pasado.

Jay pasa las manos por su cabello lleno de frustración.

Hyunjin ya era feliz, habían pasado años, ¿por qué tener que traer todo eso al frente de nuevo?

Pero antes de que se arrepintiera, Hyunjin se dio cuenta de su presencia, y Gray volteó. Intercambiaron un par de palabras y el que se puso de pie fue Gray, yendo hacia el abogado.

— Hombre, tienen muchas cosas que aclarar.

Jimin se había quedado un rato sentado en la isla de la cocina hasta que sintió ánimos de bajar de ahí y echarse un poco sobre el sofá, esperando el regreso de Jay y entonces saber si necesitaba su apoyo o era mejor ir a casa. El timbré le sacó de sus pensamientos, quizá Jay ni siquiera había alcanzado a los chicos. Se levantó arrastrando los pies hasta la puerta y abrió.

No esperaba ver a Gray ahí.

— Jimin, es buen momento para que me confieses tu eterno amor secreto hacia mí y entonces todos felices.

Jimin río y le dejó pasar, encantado por la actitud de su amigo ante la situación. Si bien se notaba algo cabizbajo, su forma de sacarle el lado bueno a todo predominaba. Sentados en la sala, le contó a Jimin que antes de partir Hyunjin se derrumbó y le contó todo, al menos su parte de la historia.

Tal como Jimin y Jay sabían, para Hyunjin fue un gran corazón roto, se sintió usado y desechado cuando más lo necesitaba. Jimin contó un poco de lo que realmente pasó para calmar a su amigo.

— ¿Te sientes bien? —pregunta Jimin recargándose en su hombro.

— Sí, vamos. Son cosas que se tienen que hablar.

— Y si...

— Entonces no me voy a interponer. Y espero que Hyunjin no piense en mí con lastima. Que me deje con descaro si es lo que tiene que pasar.

— Gray...

— ¡No pasa nada! Significa que estoy más cerca de conocer al amor de mi vida, ¿no?

— Quizá soy yo —Jimin hace ojitos bromeando hacia su amigo.

— Quizá es Yoongi.

— ¡Eres un pendejo!

Ambos sueltan fuertes carcajadas y se quedan en silencio poco después. Jimin le abraza con cuidado.

Por más fuerte que fuese la armadura, siempre había un punto débil, el brillo en los ojos de Gray no podía mentir: le dolía.

Jay se había acercado a Hyunjin casi con miedo. Le veía tan grande, tan cambiado. Con timidez se sentó en la orilla opuesta de la banca. Hyunjin tenía el abrigo de Gray sobre los hombros y los ojos llorosos.

— Hyunjin yo no te dejé...

...

— ¿Por qué no me dijiste? ¡Lo hubiese entendido mejor y me hubiese ido por mi cuenta! Me dejaste cuando me había quedado solo...

Llevaban afuera más de una hora, charlando, aclarando. Dando vueltas a lo mismo una y otra vez. Incluso el vigilante del edificio se había acercado preguntando a Hyunjin si todo estaba bien.

— Te busqué, te he estado buscando por años. Hice todo por liberarme de esas personas, ahora estoy por mi cuenta y...

— Cada día luego de todo aquello, antes de que por fin cayera en sueño, daba vueltas en la cama... "¿por qué lo hizo? ¿hice algo mal?" y algo me seguía diciendo que siguiera creyendo en ti.

Cuando Jay y Hyunjin volvieron arriba luego de una muy, muy, larga charla, Gray estaba con Jimin dormido sobre su hombro. Jay sintió ternura al verle. Hyunjin se acercó a Gray estirando la mano para que este la tomase. Jay le ayuda sosteniendo a Jimin para que no se despierte y le acuesta sobre el sofá. Acompaña a los otros a la puerta.

— Gracias por estar con él.

Jay fue el primero en hablar.

— No es nada, es como cuidar a un bebé.

Jay asiente y ríen bajo antes de que desaparezcan por el elevador y Jay entre con Jimin. Le carga hasta la habitación. Le tapa y se queda dormido a su lado, sobre las cobijas.

Estamos cerrando con esta historia que se arrastra desde hace años. No voy a ir profundo en ella, ya que está llegando la hora, por fin luego de casi 100 capítulos, de nuestro Yoonmin.

Cuando el Jayjin (JayXHyunjin(¿)) tenga cierre, podrán hacerme, acerca de ellos, cuantas preguntas quieran.