Valium // YM

51

Fue muy fácil hacer que Jungkook viniera a su casa. Ahora estaban sentados en el piso de la sala con los dedos llenos de la salsa de las alitas que Jungkook llevó. Al inicio habían estado sólo viendo videos de risa, pues según Jungkook, Taehyung se veía feo triste.

No se conocían lo suficiente y aprovecharon la oportunidad para conocerse un poquito más, Tae hizo más reclamos sobre el día de la luz del baño y Jungkook sólo río muy fuerte.

Se sentía bien la compañía de el menor, para Taehyung. Entonces se dejó descubrir contándole lo que acababa de pasar hace sólo un par de horas y cómo se sentía al respecto.

Y Tae era el tipo de persona al que le gusta escuchar la verdad, por dura que sea, pero no se esperó lo que vino de parte de Jungkook cuando terminó de contarle su trágica historia de vida.

El menor había alzado los hombros, había chupado su alita y habló:

– ¿Por qué te hace sentir mal Sanha que no es tu amigo, pero no te hace sentir mal estar con Yoongi cuando Jimin, se supone, que lo es?

La cara de Taehyung fue arte al escucharlo. Arte trágico. ¿Estar con Yoongi?

– ¿Ah? No estoy con Yoongi. No digas mierdas.

– No en el aspecto que estás con ¿Yu?, pero digo, la historia entre ellos es fea y tú ahora eres amigo de Yoongi. No sé, es demasiado.

Pero Taehyung no dijo nada más, nunca decía nada más, siempre se decía que por mensaje tocaría nuevamente el tema. Así de miserable era Taehyung,

¿Qué tenían todos con querer que él y Jimin se encontraran?

Taehyung le había pedido su ayuda, pero ahora no sabía si Jimin había obligado a Taehyung a hacerlo. A final de cuentas Tae siempre hacía lo que Jimin pidiera, y viceversa.

Igual no tenía el alma para dejar solo en la calle al pequeño tonto ebrio. Así que tomó un taxi y lo buscó hasta dar con él.

Y ahí estaba, con Jimin sentado en una banca del centro negándose a tomar le café que el pálido había comprado para él.

– Ah, no tengo tiempo para esto Jimin. Toma el maldito café y entonces te llevo a casa.

Yoongi no quería pagar el servicio de limpieza del posible taxi vomitado.

– ¡No! A casa no, Yoongi, por favor a casa no. Mis tíos no deber verme así...

Jimin se había aferrado a su brazo rogando con sus cejas fruncidas y ojitos brillantes; aliento del demonio.

— ¿Por qué no le llamas a tu... chico? Más fácil para todos.

Yoongi hurgaba en Jimin en busca de su celular para llamar a Jay, pero con esto Jimin sólo pudo soltarse a llorar aún más y así Yoongi pudo hacerse una idea de la situación.

– Ah... –Se rindió con la búsqueda y se sentó a su lado, mirando sus propios pies. Su rostro denotaba incomodidad por el llanto de Jimin, y por la situación misma– supongo que discutieron, pero las cosas se pueden arreglar, ¿por qué no hablas con él?

Jimin lo miró de reojo y volvió a llorar, ¡no había solución!

– Maldición, Taehyung. –Susurró Yoongi para sí mismo– Vamos Jimin, se hace más tarde.

Cogió el brazo del menor y le metió correctamente el saco, lo mismo del otro lado. Luego lo levantó y llevó como pudo al primer taxi que les hizo la parada. La idea inicial era dar la dirección de Jimin y que llegase de sorpresa, pero no creyó prudente eso. Entonces justo cuando iba a cerrar la puerta, se arrepintió y entró el auto.

– Ya... Ya no hay más Jay y yo –consiguió hablar entre sollozos–. El amor de verdad es el que deja ir, ¿no? Por su bien y por su amor más fuerte.

No era secreto ni para el taxista que Yoongi estaba muy incómodo, mucho. ¿Qué había hecho mal para tener que pasar por todas estas situaciones?

No dijo nada, con suerte Jimin se callaría.

Pero no.

Comenzó a llorar más fuerte. 

♡♡♡

Muchxs me preguntaron sobre si estaba bien, por mi último mensaje en mi tablero. Lo siento si les he preocupado, una cosa muy pequeña me tiene con la ansiedad al tope y está siendo un martirio; sin embargo, es algo pequeño, tonto y sin sentido. No pasa nada. :)