Valium // YM

77

El vapor aún flotaba en el aire cuando Jimin salió de la ducha, envuelto en una toalla. Se secó el cabello con movimientos lentos y distraídos, mirando su reflejo en el espejo empañado. Aún podía sentir el calor del agua sobre su piel, pero su mente estaba en otro lugar, muy lejos de ese pequeño cuarto de baño. Caminó hasta su cama, dejando caer la toalla al suelo mientras se ponía una camiseta y unos pantalones sueltos. Guardó con mucho cuidado el regalo de Jay y se dejó caer en la cama.

El aroma de las sábanas lo envolvió, pero también había algo más. Un olor familiar, un rastro que pertenecía a Yoongi. Siempre deja su huella en todo, pensó Jimin mientras hundía el rostro en las almohadas. Quería que siguiese ahí, durmiendo y esa actitud que había tenido un día antes cuando adormilado le pidió un abrazo o el otro abrazo que se dieron antes de bajar a la fiesta. Cerró los ojos un momento, dejándose llevar por esa sensación.

El olor de Yoongi lo rodeaba, suave y reconfortante. En su mente, lo imaginaba entrando por la puerta, como tantas veces lo había hecho en otras situaciones. Sin saber por qué, ese pensamiento lo hizo sonreír levemente.

De repente el timbre sonó, alguien lo tocaba desesperado, Jimin bajó corriendo maldiciendo por haber tenido que salir de su cama que olía a Yoongi, pero cuando abrió la puerta se encontró a Yoongi con una expresión serena pero cargada de algo más, algo que Jimin no lograba descifrar.

—No salgas con Yu —murmuró Yoongi, su voz apenas un susurro.  A demás que estaba agitado, como si hubiese corrido.

Jimin lo miró, confundido, incapaz de responder. Yoongi alargó la mano y le acarició el rostro, el contacto era suave, apenas un roce. Pero en ese gesto había algo que hizo que el corazón de Jimin diera un vuelco. Sus ojos se encontraron, y por un momento, todo lo demás dejó de importar. Era justo lo que quería, que Yoongi se diese cuenta que lo podía perder y entonces actuara. 

Justo cuando Jimin pensó que Yoongi iba a decir algo más, o tal vez hacer algo más, abrió los ojos de golpe. El cuarto estaba en silencio, y la calidez del momento se desvaneció rápidamente. Estaba solo en la cama, en la misma posición en la que se había dejado caer hacía unos minutos.

Soltó un suspiro profundo, pasándose una mano por el rostro. Solo un sueño, pensó. Pero la sensación que le dejó aún lo rondaba, como si el peso de esas palabras —aunque solo imaginadas— lo acompañara todavía. No podía seguir atormentándose con estas ideas. Era solo su mente jugando con él, nada más.

¿Acaso Yu era un intento de provocar celos? 

Se levantó de la cama, agitado por lo que había soñado y decidido a no quedarse más tiempo en ese estado. Bajó las escaleras con pasos ligeros, tratando de despejarse mientras entraba en la sala.

Los cojines estaban desordenados, el control remoto tirado en el suelo, y algunos vasos vacíos seguían sobre la mesa de centro. Se puso a recoger todo con movimientos mecánicos, intentando concentrarse en la tarea. Colocó los cojines en su lugar, alineándolos de manera innecesariamente perfecta, y luego llevó los vasos a la cocina. El silencio en la casa era casi abrumador.

Al volver a la sala, se dejó caer en el sofá. Miró la televisión apagada frente a él, pero no tenía ánimos de encenderla. No tenía ánimos para nada. Sus pensamientos seguían regresando a Yoongi, al sueño, a esa sensación no resuelta que tanto lo atormentaba. Sabía que tenía que soltarlo, pero a veces no era tan fácil.

El sonido de su teléfono vibrando en la mesa de centro interrumpió el silencio. Lo tomó y vio un mensaje de Yu.

"¿Ya descansaste?"

Jimin sonrió suavemente al leer el mensaje. Sin embargo, todo lo que tenía en la cabeza ahora lo hacía pensar si estaba listo para lo que Yu podía ofrecer. Sabía que Yu había salido con un chico lindo, y los veía bastante felices, sin problemas ni tanto drama. Como si del otro lado de la calle el pasto luciera más verde a comparación del terreno fangoso en el que Jimin vivía con Yoongi. Quizá sólo quería algo como lo que pudo llegar a ver de Yu como pareja. 

"Sí, descansando un poco. Ayer fue un día largo." Respondió Jimin enseguida.

Dejó el teléfono a un lado después de enviar el mensaje y se levantó para ir a la cocina. Quizá una taza de té lo ayudaría a despejar la mente, al menos por un rato. Mientras el agua hervía, se apoyó contra la mesa, mirando por la ventana hacia el patio vacío. El sonido de la tetera comenzó a llenar el espacio, y sus pensamientos volvieron al aquí y el ahora.

Regresó a la sala con la taza de té en la mano, sorbiendo con cuidado mientras se sentaba de nuevo en el sofá. Esta vez encendió la televisión, aunque no prestaba mucha atención a lo que estaba viendo. De nuevo, su teléfono vibró.

"¿Me perdí de mucho cuando me fui?"

Jimin recordó el momento incomodo cuando Taehyung quiso dormir con Yoongi y lo mucho que le costó dormir después de eso, casi como si los celos le movieran las manos dejando que hablara el resentimiento. 

"De mí." Respondió con una sonrisa pícara. Pero sin más emoción que eso.

Siguieron intercambiando mensajes ligeros, sin presión. Cada vez que miraba la pantalla y veía un nuevo mensaje de Yu, sentía que el peso en su pecho se aligeraba un poco. Al menos, por ahora, podía olvidarse de ese sueño, de lo que significaba y de lo que lo seguía atormentando.

Dejó el teléfono a un lado y cerró los ojos por un momento, intentando concentrarse en la calidez del té que tenía entre las manos. Quizá, solo quizá, las cosas comenzarían a aclararse con el tiempo. Pero por ahora, solo podía esperar.

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