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- No sé, Yoongi. Creo que nunca tendré una respuesta para eso, pero realmente te pido perdón. Perdí el piso con la situación. ¡Te quería decir! Pero realmente me gustaste.

- Todo esto ya ha durado suficiente tiempo, ¿no crees? También te pido perdón. Te hablaría de mi vida y el porqué era como era, pero no es algo que sea secreto entre los dos. Te lo conté sin ocultarte nada. – Jimin asintió mirando hacia abajo- creo que esta situación entrometió a mucha gente, al grado de tenerlos fastidiados.

Jimin rio bajito, la mano pálida de Yoongi apareció en su campo de visión y Jimin le siguió mirando con atención. Enseguida entendió el mensaje y estrechó su mano.

- No puedo excusar tu mentira, pero sí comprenderte. De la misma manera esperaría lo mismo de tu parte -Yoongi sonrió de una manera tranquila y suave- creo que todo pasa por algo y tú fuiste una experiencia mala que me hizo mejor persona.

Yoongi había llegado a casa directamente a tirarse sobre la cama y caer en un profundo sueño de apenas una hora. Tenía que darse un buen baño, y mientras tanto, pensaba en toda la situación. Había llegado a una pequeña conclusión sobre todo el tiempo que se tardaron en hablar sobre lo ocurrido, y que parecía haber sido más fácil de lo que pensó.

Quizá todo el tiempo que tardaron fue clave para poder tomar las cosas de forma tan tranquila, sabía que si esta conversación hubiese pasado enseguida de todo lo sucedido hubiese terminado en algo no pacifico. Más por su parte.

No podía, ni trataría de excusar la mentira de Jimin. Comprendía el porqué, comprendía incluso el contexto de su pasado y el miedo por decirle la verdad, pero no justificaba. ¡Lo perdonaba! Sí, pero no iba a aceptar que Jimin era inocente. En realidad, ambos eran culpables. Eran, tiempo pasado.

Yoongi se sentía mejor, sin un gran peso encima, el tema de Jimin era un fastidio para todos, fue un drama sin pies ni cabeza, pero la madurez de cada era igual en aquella época. Compulsivos, apresurados y dañados. Yoongi era sincero con las palabras que usó para cerrar el tema. Jimin no era mala persona, sólo malas decisiones en manos de un chico que había estado atado y de pronto tuvo un mundo de libertad.

Había aprendido a no darle importancia a cómo viven los demás, sin dejar de lado la importancia de estar ahí para ellos. Yoongi odiaba a Taehyung y a Jimin y jamás imaginaría el crecimiento personas que le traerían ambos, uno muy a la mala y el otro con una amistad muy linda.

Taehyung estaba muy marcado en su corazón.

El día en la universidad había sido pesado, con el sueño que tenía y las fastidiosas charlas de titulación, porque sí, estaba a un par de meses de terminar la carrera. Cuando se cansó de escuchar sobre papeleo salió para tomar un poco de aire y comprar un helado de queso.

Caminaba por las orillas de los jardines sin nada en qué pensar, saludaba a algunos amigos, disfrutaba de la sensación de calor que estaba dando el sol en la espalda y una cabellera conocida le hizo sonreír y no pensar en acercarse a molestar un poco. Dio un golpecito con el dedo y Jimin volteó enseguida.

Yoongi no pensó en pedir permiso para sentarse a su lado mientras sacudía en su propia ropa las moronas que el cono había dejado tras devorarlo.

- Hola, tú -inicio Yoongi- ¿Taehyung sigue en clase?

- Supongo que sí, ¿tú has terminado por hoy?

- Decidí que sí, siempre nos cuentan lo mismo sobre papeles, tramites y exámenes.

- Qué pesado, te apuesto a que harán todo lo contrario, aunque se los expliquen diez mil veces.

Yoongi asintió riendo apenas un poco y eligió guardar silencio al no tener nada que decir, al igual que Jimin. Ambos se quedaron callados.

Pero ninguno quería irse. 

Valium // YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora