Segunda temporada de PARACETAMOL.
¿Qué tan rápido se olvida una mentira?
¿Qué tan rápido un golpe deja de doler?
¿Qué tan rápido se puede dejar de amar?
₊˚✧
(!) Es importante que lean la primer temporada.
Solo en su departamento, Jay no se arrepentía. Había intentado ir tras Hyunjin, tratar de remediar todo con palabras para que eligiera quedarse con él y luego que el menor viera qué tanto las cosas han cambiado; sin embargo, no pudo, ni quiso.
Tampoco iría tras Jimin como un segundo plato, en realidad era momento de estar a solas. Por fin había cerrado el tema con Hyunjin, le había podido explicar todo, había podido verlo de nuevo, ¿y ahora qué?
No era tan egoísta como para poner de patas el mundo y la vida que Hyunjin llevaba, vamos tampoco podía hacerle eso a Gray, es un buen chico, ambos.
Jay sabía que era momento de avanzar. Lo de Jimin fue hermoso y una relación que siempre tendría un lugar especial en sus recuerdos, momentos magníficos a lado de un chico tan magnifico como Jimin. Volver sería forzado y falso.
Esperaba que Jimin pudiese solucionar las cosas con Yoongi y avanzar de la misma manera. Les desearía lo mejor, si la situación fuese distinta, pero tan poco tiempo y tan poca confianza que solo sería un desastre, y un milagro, que eso funcionara nuevamente. A fin de cuentas, todo empezó por tapar agujeros ajenos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jimin estaba seguro de que cortarse la cabeza con unas tijeras, que era el objeto con filo más cercano, era una opción. Desde que abrió los ojos su mente bloqueó cualquier recuerdo de las cosas que hizo la noche anterior.
Se hizo bolita debajo de las cobijas y se lamentó por haber tomado tanto, luego el hecho de que Jay ya no era parte de su vida lo tiró abajo de nuevo.
Quizá era muy exagerado decir que ya nunca lo volvería a ver, pero vamos, Jay conoce cada rincón de su cuerpo y mente. Sería, por obviedad, algo muy incómodo al menos al inicio.
Quejándose se puso de pie y arrastró los pies hasta el baño, se miró unos segundos al espejo y enseguida se tapó el rostro con las manos, ¡se iba a suicidar metiendo la cabeza al escusado!
Su celular vibraba con el tono que había puesto para Taehyung, y así responder al instante, no tenía muchas ganas en ese momento, pero de todos modos respondió tirándose nuevamente a la cama.
– Mi instinto de mejor amigo dice que necesitas un café –Taehyung de verdad estaba siendo agradable, o quizá solamente quería saber el chisme–. ¿Qué dices?
Jimin lo pensó por unos momentos, de verdad no tenía ganas de nada, pero tampoco podía perder esta oportunidad con Taehyung.
– Tú... ¿Cómo sabes?
– Instinto.
Jimin rio un poco y aceptó, con la condición de que le diera unas cuatro horas para revivir antes de salir a la calle.
¿Siendo sinceros? Taehyung no quería dejárselo tan fácil a Jimin, pero por lo que había visto Jimin pasaba un mal momento y ante todo los amigos son amigos. Si podía ayudar en algo, él no se lo negaría a Jimin.
Jimin estuvo un buen rato más acostado, medio dormido, medio despierto antes de ponerse de pie para tomar una buena ducha y elegir cualquier cosa del armario.
– Hola, tú –Jimin llegó poniendo una mano sobre la cabeza de Taehyung antes de sentarse frente al mencionado–.
– Dios te libre, Jimin. ¿Cuánto bebiste anoche?
Jimin cerró los ojos y dejó caer la cabeza hacia atrás, indispuesto para hablar de aquello.
– Créeme, la cruda moral es peor que como luzco.
– Y estoy esperando a que me cuentes, ¿una fiesta alocada?
Entonces Jimin corrigió su postura y su mirada se pegó a la mesa, Taehyung se arrimó al filo del asiento cuando vio la nariz de Jimin enrojecer y sus ojos cristalizarse. ¿Será que cometió un error enviando a Yoongi?
– Jimin, yo...
– Jay y yo terminamos.
Y eso Taehyung de verdad no lo esperaba.
– ¿Pasó algo malo, discutieron?
Jimin negó con una media sonrisa.
– Lo dejé ir.
Entonces Taehyung puso atención a toda la historia y había secado las lágrimas y mocos de Jimin como señal de tregua en este mal momento.
---
Un capitulo corto para desoxidar mi cerebro con esta historia.
(Y para dar señales de vida)
Quiero agradecer a las siguientes personitas que se preocuparon por mí y ofrecieron su ayuda luego del último mensaje en mi tablero. Es muy difícil sentir que recaigo, no quiero hacerlo y me encuentro luchando contra mi propia mente la mayoría del tiempo para lograrlo. Esto es cansado, me come poquito a poco y sinceramente no he tenido ganas de mucho. Siempre valoro muchísimo que se acerquen a mí para aconsejarme y ofrecerme su ayuda. ¡Gracias! Cuenten conmigo de la misma forma.