Yoongi lo miró, sorprendido, mientras Taehyung tomaba la situación con ligereza. Sin embargo, una parte de Yoongi sabía que algo andaba mal. Jimin frunció el ceño de manera más que notoria, como si todo el control que había logrado mantener a lo largo de la noche se estuviera desmoronando en ese momento. Incluso sus fosas nasales se ensancharon. Yoongi había visto esa reacción antes, pero en este contexto, se sentía diferente, más personal.
—¿Con Yoongi? —preguntó Jimin incrédulo, como si las palabras no le acabaran de entrar en la cabeza. Había algo en su tono que dejó a Yoongi un tanto incómodo. Era un tono que mezclaba sorpresa, celos y algo más que no lograba identificar del todo.
—Yo no tengo problema —dijo Yoongi, encogiéndose de hombros con una aparente despreocupación. Estaba tratando de no darle importancia a la situación, pero su mirada se desviaba hacia Jimin, buscando una reacción más clara.
Pero Jimin sí tenía un problema. Yoongi podía verlo en la forma en que se tensaba cada vez que Taehyung mencionaba su nombre, en cómo sus ojos se endurecían cuando los veía a ambos juntos, y en el ligero temblor de sus manos cuando intentaba ocultar lo que realmente sentía. No hacía falta que lo dijera. La incomodidad era palpable.
Jimin, sin embargo, no dijo más. Su rostro delataba sus pensamientos, pero prefirió guardar silencio. Decidió ignorarlo y se fue a apagar las luces y a organizar el final de la fiesta, dejando a Yoongi con una sensación extraña. Había algo ahí, algo que no se estaba diciendo.
Subieron juntos al cuarto de invitados, donde el ambiente se sentía más cargado de lo habitual. Una vez dentro, Taehyung se dejó caer en la cama con un suspiro largo, como si intentara deshacerse del peso de toda la noche. Yoongi, en cambio, se quedó de pie, observando la ventana, aunque su mirada estaba perdida en el vacío. Su mente estaba mucho más lejos de lo que sus ojos alcanzaban a ver.
—Venga, suéltalo —dijo Taehyung, sin ni siquiera mirarlo, como si supiera exactamente lo que pasaba por la mente de Yoongi—. ¿Qué te pasa?
Yoongi suspiró, dejando que la pregunta se asentara en el aire antes de responder. Sentía un nudo en el pecho, como si no pudiera respirar con normalidad. ¿Qué le pasaba realmente? Sabía que algo andaba mal, pero no sabía cómo ponerlo en palabras.
—Jimin tiene una cita con Christian —dijo al fin, como si las palabras pesaran en su boca.
Taehyung se giró lentamente, sus ojos buscaban la mirada de Yoongi, esperando que continuara. Pero Yoongi no supo qué más decir en ese momento.
—¿Y por qué eso te molesta tanto? —preguntó Taehyung, su voz suave pero inquisitiva. Sabía que había más detrás de esas palabras, algo que Yoongi estaba evitando enfrentar.
Yoongi se pasó una mano por el cabello, un gesto que repetía cada vez que no sabía cómo lidiar con sus emociones. Era un gesto automático, pero que no resolvía nada.
—No lo sé. Porque no soy así. —Se detuvo, buscando las palabras correctas, pero ninguna parecía encajar—. Incluso casi nos besamos, pero no quise. ¡Y no quiero ahora! Pero...
La frustración en su voz era evidente. No quería admitir lo que estaba pasando por su mente, pero tampoco podía ignorarlo. Estaba atrapado en un limbo emocional que no sabía cómo resolver.
Taehyung soltó una carcajada suave, pero no era una carcajada alegre. Era más bien una mezcla de resignación y comprensión.
—Ah, sí. El típico "no lo quiero, pero tampoco quiero que lo tenga nadie más". —Su tono era firme, pero no lo juzgaba. Sabía lo difícil que era enfrentarse a sentimientos contradictorios.
Taehyung lo miró con seriedad, y luego sacudió la cabeza, como si estuviera cansado de esa misma dinámica.
—Yoongi, o lo dejas ir, o te aclaras de una vez. Porque esto... esto no es justo para ninguno de los dos.
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Valium // YM
FanfictionSegunda temporada de PARACETAMOL. ¿Qué tan rápido se olvida una mentira? ¿Qué tan rápido un golpe deja de doler? ¿Qué tan rápido se puede dejar de amar? ₊˚✧ (!) Es importante que lean la primer temporada.