Valium // YM

16

Ya habían pasado exactamente tres semanas desde que Yoongi comenzó a visitar a un psicólogo, y todo iba mejorando. O al menos eso creía.

Se cambió a un psiquiatra por recomendación de Jin.

Aunque Youngji le había ayudado en muchos aspectos. Por ella, y por ese sentimiento al fondo de su pecho que le pedía ver a su padre, fue que empezó a acercarse a Jin, ¡incluso había estado cerca de Jimin nuevamente!

Ese día fue el primero que vio a Jimin desde hace mucho tiempo, se veía... Bien.

Muy bien.

Ahora miraba a Jimin diferente, como el hombre que es y no el tipo de chica que Yoongi se había creado en su cabeza, porque Jimin seguía siendo Jimin.

Ante el show en la cafetería, cortesía de Daehyun: para su jodido y burlón disfrute, Yoongi sintió su estómago expandirse. El había hecho lo mismo, peor, con Jimin.

Se sentía mal, claro que sí. Había humillado y lastimado a Jimin físicamente. Yoongi no pensaba que le hubiese hecho daño emocionalmente pues si los sentimientos de Jimin hubieran sido sinceros: no habría mentido. O al menos no por tanto tiempo.

¿Siquiera le hubiera dicho?

Además Jimin le había hecho daño y no tenía humor de meterse en una tonta pelea. Jimin debía aprender a defenderse solo. Era algo que cada persona con distintas preferencias debía hacer. Así que sólo miró desde la fila como un chico llegaba de la nada y le partía la nariz a Daehyun.

Todos se dispersaron y un celular que conocía bastante bien estaba tirado. Se salió de la final casi como si alguien lo hubiese lanzado a hacerlo y recogió el móvil. Lo guardó en su bolsillo y esperó para dárselo a Jaewon. Era el amigo de Jimin que menos le incomodaba.
Youngji le acercaba pedazos de pizza a la boca y Yoongi lo comía, siempre hacían ese tipo de cosas, pero esta vez no disfrutaba de la pizza ni de la compañía. De nada. Se sentía un cobarde porque no defendió a Jimin, ¡qué podía hacer! Nada. Y no quería hacer nada.

Su estúpida curiosidad le ganó y pulsó el botón de desbloqueo. Una foto de Jimin con su estúpido abogado fue lo que se encontró.

¿Serán pareja?

Sacudió su cabeza. No le importaba.

Aún así luego de dejar a Youngji en su clase, vio a Taehyung golpeando la puerta del baño, luego sus gritos dramáticos dentro. Yoongi se quedó de pie frente al baño, pensando en lo correcto, en lo que debía o no hacer. En lo que quería o no hacer.

En su bolsillo tenía la excusa perfecta. Así que le habló a Jimin y, demonios, claro que fue difícil volver a ver esos labios a los que no les podía negar los buenos besos que habían compartido.

Fue incómodo. Para Yoongi más incómodo, pues todavía tenía ciertos pensamientos o sensaciones estúpidas sobre las preferencias y la maldad en el pequeño cuerpo de Jimin. Pero lo soportó. El psiquiatra Sungwoo era un tipo maravilloso que había logrado controlar un poco al Yoongi agresivo e idiota.

El tiempo pasó en cámara lenta mientras le daba el celular a Jimin. Pudo ver su cabello desacomodado, faltaba un broche en aquel lugar. Sus labios rojitos y apetecibles. La piel en su abdomen, tan pura... Sus deditos bien cuidados, en sus uñas seguía el color natural, aunque ahora las cubría un brillo, ¿había una florecita negra pintada en la uña de su pulgar? ¡Sí! Muy pequeñita ahí en la esquinita. Hermoso.

Yoongi se golpea mentalmente e intenta huir. No estaba bien pensar las cosas que pensó. Dañaría.

Mientras iba por su camino, pensó en lo bien que se vería poner un broche en la parte despeinada del cabello de Jimin. Pero el roto no estaba en el piso luego de la pelea. Sus dedos se adentraron en el bolsillo y sintió el pasador, que había sido negro y ahora estaba despintado, de Youngji. Youngji tenía miles, no pasaría nada si ahora pertenencia a Jimin.

El resto del día pasó normal. Despejó todo lo que abrumaba sus pensamientos, a la salida Youngji y él iban hacia el centró comercial. Cuando Yoongi escuchó a Youngji llamando por Jimin, su cuerpo se heló.

¡Youngji sabía lo que había pasado! ¿Qué estaba haciendo?

Escuchó un poco de la platica, sí, al final el abogado sí era pareja.

Tal vez lo eran ya desde hace mucho y Yoongi había sido su burla. El pálido no tarda en imaginar a ambos riendo por aquella vez que a Yoongi no le alcanzaba para ir a comer a un lugar caro. O de cuando le contó a Jimin sus miedos.

Los pensamientos buenos hacia Jimin fueron muy apresurados. Se habían burlado de él.

Hola mis amores. Perdón por no seguir con el maratón, surgieron urgencias medicas y en el hospital no tenia cabeza para actualizar. Pero ya ayer en la noche volví a casita y listop.

Y aunque no llegamos a los 800, les daré su maratón de seis capítulos para compensar el maratón que les dejé a medias. Uwu