Valium // YM

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Dejar plantado a Jimin solamente empeoraría la situación, todo volvería al mismo círculo vicioso en el que terceras personas se meterían en el problema y definitivamente también estaba ansioso por darle un cierre a la situación de una vez por todas.

Por eso mismo no dudó en darle una afirmativa a Youngji cuando preguntó que si iba de salida. ¡Ni siquiera lo tomó a mal! Un pequeño beso en la frente y acordaron ir a clases juntos el día siguiente. Youngji era tan calmada y perfecta que Yoongi se temía que la relación fuese en recto, sin un futuro.

Comenzó a ir paso tras paso hacia la casa de Jimin, pesando un poco, sí. Reflexionando sobre los años que habían pasado y cómo todo dio un giro inesperado. Entonces, se recordó, que Jimin estaba destinado a él.

Yoongi lo entendió mucho tiempo atrás, pero no hay que confundirnos. Ser su destinado no quería decir que pasarían la vida juntos y enamorados. Hay que personas que están destinadas a llegar a nosotros porque debemos aprender de ellas. Lecciones que debemos pasar para entender, en este caso, para entender que las personas homosexuales no eran todos malos, ni todos traicioneros, ni todos mentirosos. Un gran ejemplo era Taehyung.

Yoongi odiaba a Taehyung, le parecía pesado, un poco bobo, demasiado homosexual; sin embargo, Taehyung era parte de las tres personas que Yoongi más apreciaba en su vida, junto a Namjoon y Hoseok. Así de fuerte cayó Taehyung en su mundo.

O tal vez su destinado era Taehyung, no Jimin. Jimin casi que agranda su rechazo a las personas homosexuales, y Taehyung le enseñó que no había razón para odiar.

O simplemente los dos.

Acción y reacción. El balance de lo bueno y lo malo.

Sin darse cuenta, Yoongi desvió el camino. No es que no quisiera hablar con Jimin, quería más hablar consigo mismo. Caminó casi hasta el centro de la ciudad, se sentó unos momentos a tomar un té de manzanilla en una de las mesas fuera del establecimiento mientras miraba la gente pasar, y seguía recordando cada paso que lo ha convertido en el Yoongi que es hoy.

La relación con su madre manipuladora, pero que a fin de cuentas es su madre, la relación casi inexistente con su padre, quien seguía en la ciudad, parecía ir en serio cuando dijo que quería quedarse. Y que a veces le enviaba mensajes, pero que Yoongi no respondía. Porque su padre seguía tomando lo que pasó como un pequeño error, un desliz, una travesura descubierta, y para Yoongi había sido más que eso. Había fijado el tipo de persona que sería por bastante tiempo.

Pero Yoongi sabía que en algún momento sería un tema para cerrar y poder seguir adelante. Pesos menos sobre sus hombros era lo que más deseaba. Estaba a nada de graduarse, era necesario el adiós a problemas para dar rienda suelta a su vida y sueños. Una limpieza del alma.

También estuvo pensando sobre Hoseok y la forma en que le cambió la vida de un instante a otro, pero que eso no sería impedimento para que su amigo cumpliese sus sueños con sus propios méritos, Namjoon y Jin son su relación siempre ascendente, aspirando a más juntos, con metas, sueños, amor. Taehyung y su constante lucha mental para no caer en el mismo pozo sin fondo.

Todos evolucionan, el amor no es eterno ni siempre se va a mantener igual, lo único eterno en la vida es el cambio. Y el verdadero amor es cuando permaneces ahí sin importar aquello. No cuando el amor lucha contra el cambio, sino cuando acepta el cambio.

Suspiró y se levantó arrastrando la silla hacia atrás, dispuesto a irse. Caminó hacia la avenida para poder tomar un taxi e ir con Jimin.

Era ahora o nunca, tenía que cerrar el ciclo de una vez por todas, dijese lo que Jimin dijese, Yoongi había acordado consigo mismo creerle. Y listo, cortar el tema. Quizá sería grosero llegar tan tarde, pero necesitaba ese tiempo consigo mismo antes de presentarse a la situación incómoda que le esperaba.

Mientras tanto, detrás, un chico derramaba lo que sea que el cliente había ordenado sobre el hombre sentado de traje. El chico enseguida se disculpó, pero no fue más rápido que el tipo tomándole por el cuello reclamando por el precio de sus prendas. Yoongi suspiró y se obligó a ignorar la situación, no necesitaba problemas, había más gente para ayudarle, y él tenía que irse ya.

No, no, no.

Pero escuchar a aquel hombre y que nadie hiciera nada le ponía los pelos de punta así que con los puños apretados caminó dispuesto a soltar un buen puñetazo en el rostro del hombre arrogante. Pero, quizá fue demasiado lento, pues el hombre soltó el primer golpe en el rostro de Min. La pelea iba a comenzar, Yoongi dio un golpe de vuelta en la nariz del tipo y hubiese seguido, pero le jalaron desde atrás y aunque se quejaba, ya iba dentro de un taxi.

– Te encantan los problemas, ¿cierto?

Jaewon y Taehyung salían de un pequeño restaurante local de sushi. Habían pasado parte de la tarde juntos platicando, por ejemplo, de Yu. De Bobby y Dean y todos los amores fallidos de Taehyung, y también los de Jaewon.

A la noche salieron y caminaban cerca del centro tomando un jugo de oferta 2x1 en el supermarket.

– ¿Crees que Jimin piense que tiene otra oportunidad con Yoongi?

Preguntó Taehyung mientras pateaba una piedrita.

– Sólo demostraría que no sabe estar solo. Ya sabes, ¿lo de Jay y que busque una oportunidad precisamente con Yoongi?

Jaewon pateó la misma piedrita que Taehyung.

– Jaewon, ¿te gustó Jimin alguna vez?

El chico de cabello largo arqueó la ceja ante la pregunta.

– Me gustabas tú, Taehyung.

Kim paró en seco, y Jaewon soltó una carcajada.

– Me gusto a mí mismo, ¿cuenta?

– Estúpido.

Pararon en una esquina a que el semáforo cambiase a rojo, para poder pasar, pero algo en el taxi llamó la atención de Taehyung y se acercó hasta la ventanilla.

– ¿Jimin? 

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