Segunda temporada de PARACETAMOL.
¿Qué tan rápido se olvida una mentira?
¿Qué tan rápido un golpe deja de doler?
¿Qué tan rápido se puede dejar de amar?
₊˚✧
(!) Es importante que lean la primer temporada.
El significado de "incomodo" se quedaba corto con lo que sentía Jimin en ese momento. Youngji lo jaló hasta que estuvieron dentro de su, muy, hermoso departamento. Se sentía fascinado con el estilo de la decoración, cosas en su mayoría verde aguacate con tonos rosas y cafés. Una combinación bastante atrevida pero que se veía hermosa en la manera en que la chica había hecho concordar todo.
Al entrar Yoongi fue directo a la puerta que Jimin supuso era el baño y se quedó solo con Youngji, aprovechó para acercarse a ella en la cocina y encoger sus hombros apenado.
– ¿Pasa algo, Jiminnie?
– Tu departamento es muy hermoso, Youngji, envidio tu gusto para la decoración...
– Muchas gracias Jimin, es muy lindo que pienses aquello, en realidad no hace mucho me comencé a mudar y sigo en espera de mi roommate, antes de que llegue puedes venir un día y perdemos un poco el tiempo – Jimin asintió y se distrajo buscando las palabras adecuadas para negar esa invitación y dejar en claro que también se negaría a todas las siguientes. Youngji le pasó una taza de té y dejó cerca el tarro de azúcar.
– Me encantaría tomar algún día el té contigo, pero hoy no – espetó decidido.
La chica se sintió confundida por el tono en que salieron las ultimas palabras de Jimin, y este se dio cuenta, con un gesto de sus manos negando se apuró a aclarar la situación.
– ¡No quería que sonara grosero! Yoongi está mal, él me pidió que lo trajera contigo. No puedo estar aquí, debes darle mucho apoyo en este momento e indiscutiblemente yo estoy de más.
– Está bien, tienes razón – el semblante confundido de la chica desapareció y dejó paso a una enorme sonrisa – ¡puedes venir cuando quieras! Me encargaré de que Yoongi se sienta un poco mejor.
Jimin se limitó a sonreír mientras caminaban juntos a la puerta y cuando estuvo fuera por fin pudo soltar en un suspiro todo el aire que estaba reteniendo.
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– Fue demasiado para él, amor. Debemos darle tiempo y esta vez no hacer todo apresurado.
– No creo que Yoongi quiera verme de nuevo.
Seungri entra a la sala con Jiyul en sus brazos tomando su biberón. Cuando está cerca de su esposo acaricia su cabellera con ternura.
– Hey... él lo intentó, te buscó y si lo hizo es porque realmente te quiere. Eres su padre y eso nunca nada la va a cambiar, cariño.
Jiyong estira los brazos hacia su pequeño bebé y este no duda en aventar el biberón hacia la sala e ir con su padre. Entonces el mayor recuerda cuantas veces Yoongi hizo lo mismo, aventando todo con tal de correr y refugiarse en sus brazos, brazos que él mismo apartó por una vida a la que había renunciado mucho antes de casarse y que justo el día de su boda había hecho dudar de sus decisiones.
¿Por qué no había buscado a Yoongi antes? A los diez años, a los doce, ¿por qué hasta ahora?
Había estado demasiado feliz con su nuevo esposo como para pensar en que Yoongi no lo odiaba, sino que lo extrañaba.
