Segunda temporada de PARACETAMOL.
¿Qué tan rápido se olvida una mentira?
¿Qué tan rápido un golpe deja de doler?
¿Qué tan rápido se puede dejar de amar?
₊˚✧
(!) Es importante que lean la primer temporada.
– ¿O sea que tú realmente querías ver a Yoongi con Jimin? No lo entiendo.
Nayeon acariciaba su enorme barriga en círculos, estaba cerca del gran día y el pequeño dentro de ella no sabía hacer otra cosa más que patear. Youngji se mantenía jugando con la crema batida que había sobrado de su plato de wafles. Se limita a alzar los hombros como respuesta y tras unos segundos de silencio se anima a hablar.
– Supongo que quise ser la buena de la historia, ya sabes, la chica que puede ser la mejor villana de la historia y sin embargo sabe soltar por amor, y entonces los protagonistas son felices. ¿Qué si Jimin no fuese chico o qué si Yoongi no tuviera ese problema con las personas como Jimin? En este momento se estarían amando mucho, o quizá no y el destino tenía escrito esto.
– Sigue siendo muy raro, Youngji –la amiga de la mencionada enarca una ceja, confundida– Yoongi es tu novio, lo de ellos no funcionó, ¡disfrútalo! Quizá lo de ellos no iban a durar más que un par de meses. Somos jóvenes. No te hagas películas en la cabeza.
Youngji estaba de acuerdo. Fue un actuar muy tonto el suyo, fue fantasiosa y torpe. Lo mejor era disfrutar de su relación con Yoongi. Pase lo que pase.
Aunque seguía ese presentimiento, uno que le gritaba que era cuestión de tiempo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No fue aquella vez en el baño que vio por primera vez a Kim Taehyung. Tampoco era un acosador. Pero era imposible no recordar a Taehyung, su forma de vestir, su rostro, lo que su presencia trasmite. Aunque... a diferencia de antes, Taehyung a veces olía mucho a triste, porque sí, a veces las personas huelen mucho a triste.
Lo había visto varias veces con Jimin y con Jaewon, sus risas escandalosas eran imposibles de ignorar para las personas que pasaban por ahí. También lo vio un par de veces más en la tienda y lo vio mucho más cuando entró a trabajar a la misma tienda que él.
Y le apagó la luz del baño, ¡vamos fue gracioso!
Taehyung tendría una anécdota divertida sobre su primer trabajo.
Claro que Jungkook no contó con que Taehyung no volvería.
No fue mucho tiempo después que pudo hacerse cercano a Kim Taehyung.
Y descubrió que le encantaba.
Pero Taehyung siempre era ausente, y Jungkook se daba cuenta de las cosas que le afligían, viendo desde un costado. ¿Cómo podía ayudarle?
No quería intentar nada con Taehyung hasta verlo feliz y vibrante como lo conoció, y no por no sentirse encantado por este Taehyung. Realmente quería que funcionara.
No quería ser un Yu más.
Yu, ese tipo le rompía la paz a Jungkook. Era tan fácil acabar con su jueguito diciéndole a todos el tipo de mierda que era, pero entonces Taehyung sería más señalado que Yu.
Con el tiempo se dio cuenta que él no podía hacer nada, que no es un héroe y que no debía meterse en asuntos ajenos.
Pero Taehyung seguía encantándole. Entonces se mantuvo al margen y si algo debía ser entre ellos, pasaría sin forzarlo.
Por todo eso, se alegró cuando Taehyung le invitó a pasar un rato con él, jugando, comiendo, el mayor se abrió un poco con él y también Jungkook dijo, quizá, un poco de más. En especial cuando Yu y luego Yoongi salió a la charla.
Fue duro con Taehyung y sabía que no iba a tocar el tema, por eso se atrevió a hacerlo él mismo. El tipo de empujoncitos que harían bien a Taehyung.
Yoongi había ayudado a Taehyung, eso lo notaba, Tae ya no estaba tan solo ni tan azul, es gracioso. No sabe si Yoongi realmente es una mierda, pero levantó a Taehyung cuando más necesitó una mano. Una amistad extraña dado los sucesos pasados.
– No es mi asunto, lo sé –Taehyung lo miró de reojo– ¡dímelo! Dime que no es mi asunto y no te quedes con tu ceño fruncido solamente. Debes hablar, Kim. No te guardes nada y compárteme un poco.
Taehyung lo miró de frente apenas unos instantes antes de desviar su atención nuevamente a la comida. Le gustó lo que escuchó.
Jungkook habló con un tono divertido y palmeó el hombro de su anfitrión.
Jungkook debía cuidar sus palabras, ¡moría por decirle a Taehyung que quería intentar algo con él! Pero algo le pedía que esperase un poco más, que Taehyung se acercara un poquito más a la superficie por su propia cuenta y entonces Jungkook se zambulliría en el agua para sacarlo por completo y Taehyung por fin pueda respirar profundo y feliz.
Jungkook miró a Taehyung a su lado, y quizá el mayor no lo notó, pero los ojos de Jungkook brillaban.