Dimensión equivocada

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La ascensión de los Cybermen (parte 2)

Katherine estaba sentada en una de las sillas de la Tardis, mientras el Doctor revisaba la nave.

-¿Estás bien?-se le escuchó de repente.

Al alzar la mirada la chica vió que la observaba con sus ojos marrones. Ella le regaló una sonrisa a medias.

-Sí...es complicado tratar con Rose a veces.

El Doctor caminó hasta sentarse a su lado, pasando un brazo por sus hombros, acercándola para darle un beso en su cabello.

-Eres muy tierno Doctor-bromeó riéndose la chica.

-No quiero verte triste-repsondió riendo también.

-He estado muy feliz estos últimos meses-dijo refiriéndose al tiempo de su relación.

Lo que había dicho era verdad, ambos habían empezado tanteando a como seria su relación, pero cada vez se atraían más. Aunque el Doctor debía contenerse cuando Rose o Mickey estaban delante. Aún no comprendía la razón por la que debían hacerlo, pero si era lo que Katherine quería, lo respetaría.

-Oh, me alegro de escuchar eso-sonrió el hombre.

-Será mejor que sigas trabajando, seguro que logras sacarnos de aquí-le separó para que continuara revisando la consola.

-Eso espero...-murmuró algo inseguro.-No deberíamos estar aquí. La Tardis obtiene su poder del universo, pero es el universo equivocado. Es como petróleo en un motor de gasolina.

Justo entonces entró Mickey.

-Te dije que no la perdieras de vista-regañó el Señor del Tiempo.

-Ella está bien.

-Un mundo paralelo, es como una casa de chocolate. Llena de tentaciones llamándola.

-¿Así que solo es por Rose?-contraatacó el otro hombres.-¿A mi no hay nada que me tiente?

-No lo sé, no puedo preocuparme por todo-respondió hiriendo los sentimientos del otro.

-¿Y de Katherine que hay?¿Tampoco hay nada que la tiente? Ah, no, espera, que la estás vigilando tu.

-¿Disculpa?-se giró el Doctor.

-No necesito ser vigilada. Aparte, en vez de pelear, deberíamos encontrar una forma para salir de aquí.

Eso hizo que el viajero del tiempo olvidara lo que había dicho Mickey.

-Si pudiera hacer que esta cosa funcionara-golpeó con su pie la consola.

Katherine alzó una ceja.

-¿Eso funcionó?

-Sí.

Entonces el Doctor se sentó de nuevo a su lado agarrándose el pie con el que había golpeado la máquina.

-¿Dolió?-preguntó aguantandose la risa.

-Sí.

Un silencio llegó mientras el Doctor seguía acariciando su pie.

-Pero esto lo he visto en los cómics. La gente salta de un mundo a otro. ¡Es fácil!-intentó darle sentido Michey.

-No en el mundo real-negó el Señor del Tiempo.-Era fácil. Cuando los Señores del Tiempo lo vigilaban todo. Podrías saltar entre realidades, y estar en casa a la hora del té. Entonces murieron, llevándose todo con ellos. Los mundos de la realidad se cerraron, los mundos fueron sellados. Todo se volvió un poco menos agradable.

¡Allons-y mi querida Katherine! (10° Doctor y Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora