¡Allons-y mi querida Katherine! (10° Doctor y Oc)

Pequeña guerra

Familia de sangre (parte 2)

Construyeron las barreras y las barricadas. Se colocaron en la entrada principal, listos para enfrentarse al enemigo.

La castaña observó a los muchachos, rezando para que no les pasara nada.

-Katherine, esto no es seguro-dijo John acercándose a ella.

-No pienso dejarte a ti o a los chicos, sobre todo en una situación como esta-detuvo lo que estaba haciendo, girandose para mirarlo.-Hablame de Nottingham.

-¿Cómo?-preguntó extrañado.

-Te criaste ahí. Háblame de ella-pidió.

John estuvo un rato sin habla, hasta que encontró lo que quería decir.

-Pues está sobre el río Leen. Su extremo sur sigue el curso del río Trent que fluye desde Stoke a Humber.

Katherine le dió una sonrisa triste.

-Pareces una enciclopedia. ¿Dónde vivías?

-En la calle Broadmarsh. Juto a Hockley Terrace, en el distrito de Radford Parade.

-Pero aparte de eso, ¿dónde jugabas cuando eras niño? Háblame de tus lugares secretos, los escondites que solo un niño conoce-notó como el hombre parecía estar luchando por recordar.-Dímelo John, por favor.

-¿Cómo no puedes creer que no soy real?-cuestionó él serio.-Cuando nos besábamos, ¿fue mentira?

-No, no lo fue-respondió ella, intentando mantener la compostura.

-Pero este Doctor parece un...un romántico, un príncipe perdido. ¿Preferirías eso?-cuestionó.

-No me hagas elegir, por favor-murmuró Katherine con la voz entrecortada.

-¿No soy suficiente?

-Eso no es cierto. Jamás-negó ella al instante.

Pasó un momento de silencio, antes de que John volviera a hablar.

-Tengo que irme.

-Hay algo en lo que Martha y yo teníamos razón. Esos chicos son niños. John Smith no querría que lucharan. Olvídate del Doctor. El John que conozco, él sabe que está mal, ¿verdad?

-¡Señor Smith, haga el favor!-lo llamaron desde fuera.

-¿Qué otra opción tengo?-preguntó mirándola.

Se inclinó dándola un beso en sus labios, antes de salir fuera con sus alumnos.

X

Todos estaban en posición, apuntando a la puerta que tenían en frente, la cual estaba siendo golpeada por los espantapájaros.

Katherine observó todo desde las ventanas, con el corazón en la garganta al ver cómo John estaba entre los alumnos con su propia arma.

Joan y Martha se habían unido a ella tras el fracaso de intentar encontrar el reloj de bolsillo.