Sacrificio

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El cielo envenenado (parte 3)

Katherine ayudaba el Doctor arreglando la caja de teletransportación. Martha tenía la gabardina del Doctor sobre su cuerpo y hablaba con su clon, que posiblemente estaba a punto de morir.

-Venga, tienes que ayudarnos-pidió Martha.

-¡El gas!-gritó el Doctor levantándose para mirarlas.-Dinos acerca del gas.

-¡Él es el enemigo!-alzó la voz el clon.

-Entonces dímelo a mi-pidió Martha.-No es solo veneno, ¿para qué sirve? Martha por favor.

Dudó un momento, pero al final lo hizo.

-Concentrado de Caesofina. Es parte de Bosteen. Dos partes Probic 5.

-¡Alimentaclones!-gritó el Doctor golpeando su cabeza.-¡Es alimentaclones!

-¿Qué es alimentaclones?-preguntó Katherine.

-Es como líquido amniótico para los Sontarans. Están convirtiendo toda la atmósfera, cambiando el planeta a un mundo de clones. La Tierra pasa a ser una incubadora. Los Sontarans son clones, así es como se reproducen-dijo abriendo los ojos.-Entrégales un planeta así de grande, y crearán billones de soldados. ¡El gas no es veneno, es comida!-declaró corriendo hacia la caja de nuevo.-¡Kathe, ayúdame!

-Doctor, Katherine-llamó Donna por el teléfono en voz baja.-Interruptores azules listos-hubo un momento más de silencio antes de que se notara la alarma en su voz.-Pero me han encontrado.

-¡Doctor, tiene que ser ahora!-habló Katherine alarmada.

Por suerte, el Señor del Tiempo se separó y usando su destornillador sónico, activó el teletransportador, haciendo que Donna apareciera allí.

Necesitó un momento para darse cuenta de donde estaba, luego soltó una risa.

-¿Te he dicho alguna vez lo mucho que te odio?-preguntó dándole un abrazo al Doctor, con el martillo de la Tardis en su otra mano.

-Quítate, quítate-dijo volviendo a los controles.-Tengo que traer la Tardis de vuelta.

-Déjalo, apenas tiene la cabeza en su sitio-comentó Katherine abrazando a la chica.

-Bien, ahora. Martha, ¿vienes?-quiso saber el Doctor.

-¿Qué pasa con el lanzamiento de misiles?-quiso saber Martha uniéndose a ellos, alejándose del clon muerto.

-Sigue presionando "No" en tu teléfono. Queremos mantener esos misiles en tierra-dijo el Doctor dando unos últimos retoques.

-Pero...hay dos de ellas-murmuró Donna al ver a dos Marthas.

-Sí. Larga historia-respondió Katherine.

Todos se unieron dentro de la caja, y el Doctor se giró con una sonrisa emocionada.

-Álla vamos. El viejo equipo, ¡juntos de nuevo!

-Y nuevo equipo-añadió la castaña apoyando una mano en el hombro de Donna.

¡Allons-y mi querida Katherine! (10° Doctor y Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora