Regeneración

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El fin del tiempo - 2 (parte 4)

Llevaron a Wilfred a su casa, donde Sylvia estaba esperándole con una sonrisa en la cara.

-Está sonriendo. Como si hoy no hubiese sido suficientemente malo-comentó el Doctor.

-No seas grosero-habló Katherine golpeandole el brazo sin fuerza.

Este escuchó sus palabras antes de ponerse serio y mirar al anciano.

-De todos modos...no creas que este es un adiós Wilf. Te veremos otra vez, una vez más.

-¿Qué quieres decir?¿Cuándo?-cuestionó sin saber lo que decía.

-Sólo sigue buscando. Ahí estaremos-prometió el Señor del Tiempo.

-¿A dónde vais?

Este estuvo callado un rato, y Katherine no respondió porque no sabía a dónde irían.

-A conseguir mi recompensa-dijo pasando su brazo por la cintura de Katherine.

La sonrió antes de que ambos se metieran en la Tardis.

X

Visitaron a Martha y Mickey. Estos dos estaban en una misión intentando acabar con un sontaran.

El alienígena los tenía en el punto de mira, pero gracias al Doctor y Katherine, lograron reducirlo.

Los dos humanos los miraron desde lejos, sabiendo que algo iba mal. Pero tampoco pudieron decir mucho más, porque tan pronto como los vieron, se fueron, dejando atrás al matrimonio humano.

Los siguientes fueron Luke y su madre, Sarah Jane Smith. El Doctor salvó a su hijo de ser atropellado porque estaba hablando por el móvil.

No le dijo nada, y cuando su madre vió el rostro del Señor del Tiempo justo antes de que se fueran, lo comprendió.

Se iba a regenerar.

Y, a pesar de todas las pequeñas batallas que el capitán Jack Harkness y el Doctor habían tenido, era una visita de despedida obligatoria.

Encontraron a Jack en una cantina del espacio exterior donde se podían ver toda clase de alienígenas. Una canción sonaba de fondo en el local, llenando el ambiente de alegría y diversión.

Jack se estaba bebiendo solo, pero, por casualidades de la vida, a su lado había una persona que los dos Señores del Tiempo habían conocido.

Le dijeron al camarero que le entregara una nota en el que ponía: "Se llama Alonso".

Este los miró extrañado, por lo que ellos señalaron al chico que había a su lado.

Enseguida notó que algo iba mal, pero les hizo el saludo militar, y ambos se fueron, dejando a Jack hacer lo que quisiera con esa información.

X

-No, no es solo una historia, no. Cada palabra es verdad. Encontré el diario de mi bisabuela en el desván. Era una enfermera en 1913 y se encontró con una pareja muy extraña. Ambos estaban enamorados, se llamaban John Smith y Katherine Tyler. Salvo que el hombre era un visitante de otro mundo, la chica era humana. Esta se enamoró de un hombre de las estrellas. Y mi bisabuela escribió todo de los dos-explicó una chica rubia tras firmar un libro, se titulaba: "El diario de cosas imposibles".

¡Allons-y mi querida Katherine! (10° Doctor y Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora