¡Allons-y mi querida Katherine! (10° Doctor y Oc)

- Silencio en la biblioteca -

Silencio en la biblioteca (parte 1)

-¡Libros! La gente nunca deja realmente de amar los libros-dijo el Doctor mientras aterrizaba la Tardis, cogió su gabardina y salió fuera, siendo seguido por Katherine y Donna.

Fuera había un gran recibidor, que llevaba a diferentes áreas de la biblioteca.

-Siglo 51. Ahora tienes holovideos, descarga directa al cerebro, niebla ficticia-enumeró el Doctor.-Pero necesitas los libros, Donna. Respira hondo-habló abriendo una puerta, dirigiéndose hacia otra sección.

-¿Por qué me lo dices solo a mi?-preguntó la pelirroja.

-Porque se lo conté a Kathe en su día y casi me golpea cuando pensé que ella odiaba los libros físicos-dijo recordando con cierto temor el momento.

-Adoro los libros, son mi pasión-sonrió la castaña.

-Bueno, pues esto te encantará-dijo el Doctor mientras se acercaban a un balcón que daba al exterior.-La biblioteca. Tan grande que no necesita una nombre, solo la gran "La".

-Es como una ciudad-habló impresionada Donna.

-Es un mundo.

-No-negó Katherine sonriendo como una niña pequeña.

-Literalmente un mundo-continuó el Doctor, riendo al ver su expresión.-El núcleo del planeta es el ordenador principal, el disco duro más grande que haya habido. Y aquí arriba, cada libro que ha sido escrito. Continentes enteros de Jeffrey Archer, Bridget Jones, el libro rojo de los Monty Python. Ediciones complemente nuevas, especialmente impresas.

Katherine echó un vistazo, sin ver a nadie más que ellos en aquel inmenso planeta repleto de libros.

-Estamos cerca del ecuador, así que...-el Señor del Tiempo se chupó un dedo, alzandolo.-¡Esto deben ser biografías!-gritó asustando a las dos humanas.-Me encantan las biografías.

-Sí, muy tuyo. Siempre una muerte al final-comentó Donna sin sorprenderse.

-Necesitas una buena muerte. Sin muerte solamente serían comedias. Morir nos hace grandes-entonces notó como Katherine cogía un libro, así que se lo arrebató de golpe.-¡Ey! Ya sabes las normas, son spoilers para las dos.

-¿Qué?-preguntó Donna sin comprender, aunque la castaña estaba haciendo un puchero de manera inconsciente.

-Si lo leéis, os arruinarian las sorpresas-explicó el Doctor sin dejarse engatusar por la expresión de su novia.-Sería como echar un vistazo al final.

-¿No es viajar contigo un gran spoiler?-Donna argumentó.

-Trato de manteneros lejos de los acontecimientos importantes...lo cual, para ser sincero, parece que se me da muy mal-pensó en voz alta el hombre.

-¿Y sabes por qué?-dijo Katherine cruzando los brazos en su pecho, como si la hubieran quitado algo que adoraba.-Esta es la biblioteca más grande del universo según tu, entonces, ¿dónde está todo el mundo?

El Doctor y Donna revisaron los pasillos al aire libre que se podían ver desde allí.

-Está en silencio-comprendió el alienígena sacando su destornillador antes de dirigirse al ordenador instalado allí al lado.

-¿La biblioteca?-quiso saber Donna.

-El planeta-corrigió el Doctor entrando en la base de datos.-El planeta entero.

-Quiza es domingo.

-No, nunca aterriza en domingo-negó Katherine mirando con atención la pantalla.-Según él, los domingos son aburridos.