Misterio resuelto

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El unicornio y la avispa (parte 3)


La noche había caído, y una tormenta se acercaba a la distancia. Todos se encontraban en el salón principal cenando el primer plato: una sopa.

-Un día terrible para todos nosotros-comenzó a hablar el Doctor.-El profesor caído, Miss Chandrakala cruelmente nos la arrebataron. Y aún así estamos aquí.

-Somos británicos Doctor, ¿qué más podemos hacer?-dijo lady Eddison.

-Alguien trató de envenenarme, poniendo cianuro en mi bebida. No me molestaría tanto si no fuera que Katherine pidió también la misma bebida. Por lo tanto, la mejor forma de matarme es que ambas estuvieran envenenadas. Por suerte no tomó ni un trago. Pero eso me dio una idea.

-¿Y eso sería...?-quiso saber el reverendo.

-Bien. Veneno. Bebida-dijo haciendo que todos se detuvieran en el acto, dejando sus cucharas en sus platos.-Condimente la sopa con pimienta-habló sin alterar su tono de voz.

-Ah, creí que eran muchas especias-habló más tranquilo el coronel Hugh.

-Pero el ingrediente activo de la pimienta es la piperina. Tradicionalmente usado como insecticida y...¿alguien tiene mareos?-cuestionó el Señor  del Tiempo a los allí presentes.

Un fuerte trueno se escuchó antes de que las ventanas se abrieran y las luces de las velas desaparecieran, dejando todo a oscuras.

-¡¿Qué fue eso?!-gritó el coronel Hugh.

-¡Escuchad!-interrumpió el Doctor, logrando oír el sonido de una avispa.

-No, no puede ser...-susurró lady Eddison.

Los rayos iluminaron la estancia, pero no lograron ver quién era el causante de ese sonido.

-¡Muéstrate demonio!-dijo Agatha levantándose de su asiento.

La gente se levantó también, asustada por lo que pasaba.

-¡No, no lo hagáis!¡Quedaos donde estáis!-ordenó el Doctor sin ser escuchado.

Entonces lo vieron, la gran avispa volando en el aire.

-¡Fuera, fuera, fuera!-gritó Katherine agarrando el brazo de su novio, sacandolo fuera también.

El Doctor a su vez agarró a Agatha, logrando escapar así del asesino.

-Tienes una larga vida por vivir Agatha-dijo este agarrando una espada de la pared.

-Bueno, sabemos que el mayordomo no lo hizo-dijo Donna, que el hombre había ido con ellos.

-¿Entonces quién?-preguntó el Doctor volviendo adentro, donde estaban el resto de sospechosos.

Primero miraron al lugar donde habían visto la avispa, sin encontrar nada. El coronel Hugh estaba tirado en el suelo, el reverendo algo alejado de la mesa, miss Redmond con una mirada horrorizada y lady Eddison tocándose el cuello.

-Mi joyero, la piedra de fuego, ¡ya no está!¡Ha sido robado!

El joven camarero, que los había acompañado toda la cena, dio un paso al frente con lágrimas en sus ojos.

-Roger-llamó a su amado, que había sido apuñalado con un cuchillo en su espalda.

-¡Mi hijo!¡Mi hijo!-gritó entre sollozos lady Eddison.

X

Agatha, Katherine, Donna y el Doctor se encontraban en el salón en un ambiente sombrío.

¡Allons-y mi querida Katherine! (10° Doctor y Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora