¡Allons-y mi querida Katherine! (10° Doctor y Oc)

- Temedla -

Temedla (parte 1)

El Doctor no las dijo donde iban a ir en su próximo viaje, aterrizó la Tardis y abrió las puertas, solo para volver después de echar un rápido vistazo.

Katherine soltó una pequeña carcajada.

-¿Te has equivocado Doctor?-le preguntó haciendo que él fingiera estar enfadado.

-Sólo hay que mover un poco la Tardis, nada más, había algo bloqueando la salida-divagó tocando los botones hasta que la Tardis volvió a aterrizar.

Entonces salió por fin junto a sus dos acompañantes, la castaña también se dio cuenta de que el Doctor tenía razón, había colocado la cabina telefónica entre dos camiones de construcción.

-¿Fururo cercano, no?-preguntó Rose mirando unos carteles que había por allí.

-Tuve un capricho pasajero-comenzó a decir ilusionado el hombre.-Solo que no pasó-cogió inconscientemente la mano de Katherine, caminando por la carretera de la urbanización.

La castaña había notado que algo había cambiado respecto a Rose y el Doctor, este último había estado manteniendo una actitud distante con la chica. Y no entendía lo que lo había provocado.

Por otro lado, el Doctor estaba algo enfadado y tenía sus razones. En Gallifrey decir que una persona era el alma gemela de otra, intentando engañar a la otra persona, era considerado un delito muy grave. Una terrible ofensa al sagrado vínculo que ofrecía la Unión.

Pero ahora eso no importaba, tenía que estar feliz, esta iba a ser una nueva aventura con Katherine.

-La Trigésima Olimpíada-dijo mirando la pancarta que colgaba entre dos farolas, en esta se podía leer: "Londres 2012".

-No me digas-dijo la castaña con una sonrisa creciendo en sus labios.-¿Por qué no lo pensé? Está muy bien.

Este se alegró al verla feliz al ver aquello.

-Parece que fue ayer cuando unos cuantos griegos desnudos estaban discutiendo sobre ello, peleando los unos con los otros en la arena, rodeados por la muchedumbre...no, espera un momento,-detuvo su narración.-Eso fue en el Club Med-terminó riendo ante su propio despiste, haciendo que Katherine negara con su cabeza.-Justo a tiempo para la ceremonia de inauguración de esta noche.

-Bueno, ya podemos decir que aterrizaste en el tiempo adecuado-comentó Katherine, sin darse cuenta de que estaba subiendo el ego del propio Señor del Tiempo.

-Oh, soy genial y lo sabes-dijo él antes de continuar.-Ahora en serio, la última que tuvieron en Londres fue dinamita pura. Wembley, 1948. Me gustó tanto que volví atrás en el tiempo para verla de nuevo. Creo que te podría gustar-le sonrío centrándose solo en la chica, sin darse cuenta de que Rose se había detenido para mirar las hojas que habían colgado en una farola.

-Doctor-le llamó sin recibir respuesta.

-También estaba ese tipo...¿cómo se llamaba?¿John Mark?-siguió divagando sin parar.-Tenía unas piernas como tubos, pero realmente fuertes.

Rose volvió a llamarle sin lograr nada.

-En aquellos días todo el mundo tenía una fiesta de té a la que ir. Incluso tenían pasteles con rodamientos crujientes encima.

Al final fue Katherine quien se soltó del Doctor y se fue con Rose para ver lo que quería mostrarles. Haciendo que el Doctor también se detuviera. Aunque siguió hablando.

-Nadie en toda la galaxia se ha preocupado nunca de hacer rodamientos comestibles. ¡Genios!

Katherine había desconectado completamente de lo que decía el Señor del Tiempo al ver los niños desaparecidos que aparecían en los papeles.