Salto de fé

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La novia fugitiva (parte 2)

Ambos se giraron para ver los otros robots, que estaban aún más cerca. Uno de ellos, que tenía una tuba, estaba a punto de utilizar el instrumento como arma.

Katherine cogió el destornillador del Doctor y sondeo la caja automática, haciendo sacar un montón de billetes. Estos volaron en el aire y la gente comenzó a cogerlos emocionados.

-¡Vamos!-gritó cogiendo la mano del Señor del Tiempo, arrastrandolo de vuelta a la Tardis.

El pobre hombre aún seguía procesando lo que había pasado.

-¿Qué decías del dinero?-preguntó mientras Katherine utilizaba la llave que tenía colgada en su cuello para abrir la cabina.

-No se me ocurrió otra cosa-se defendió entrando.

-Por cierto, estabas muy sexy utilizando el destornillador-reveló mirándola con deseo.

-Gracias-agradeció cogiendo su chaqueta, lo bajó de golpe y lo besó en los labios, sin pensar mucho en el momento.-Ahora vamos, hay que salvar a Donna.

-A sus órdenes señora-dijo recuperando el aliento, enseguida se puso en marcha pilotando la nave.

La consola comenzó a lanzar chispas, y Katherine se tuvo que apartar porque sino se quemaría, aparte que el Doctor le dijo que se apartara.

-¡¿Necesitas ayuda?!-gritó la castaña mientras otro temblor casi la tiraba.

-¡Mantente alejada de la consola!-negó golpeando la consola con el martillo.-¡Cuando logre estabilizar a la Tardis abre las puertas y haz que Donna entre!

-¡De acuerdo!

Poco tiempo después los temblores desaparecieron. Katherine se acercó a las puertas, viendo frente a ella el taxi con Donna dentro, sin poder salir.

-¡Abre la puerta!-gritó agarrándose al marco de la cabina.

-¿Hacer qué?

-¡Abre la puerta!-repitió sintiendo el viento en su cara.

-¡No puedo!¡Está bloqueada!

Katherine agradeció a que aún tenía el destornillador del Doctor. Sondeo la puerta y Donna pudo bajar la ventana.

-¡Santa es un robot!

-¡Donna, abre la puerta!-ignoró su comentario.

-¿Para hacer qué?

-¡Tienes que saltar!

-¡¿Tengo pinta de poder saltar?!¡Se supone que voy a casarme!¡Apuesto que todo esto es idea de tu novio!

El robot aceleró entonces, alejándose de la cabina.

Katherine golpeó la puerta frustrada.

-¡Doctor!-se giró para hablar con él.-¡Acelera!

El Señor del Tiempo hizo lo que le pedía, causando que más chispas salieran de la consola.

-¡¿Estás bien?!

¡Allons-y mi querida Katherine! (10° Doctor y Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora