¡Allons-y mi querida Katherine! (10° Doctor y Oc)

¿Las brujas existen?

El código Shakespeare (parte 2)

Ambas chicas se habían quedado dormidas, el Doctor siguió pensando, o al menos eso intentaba, mientras acariciaba a Katherine, agradeciendo una y otra vez que el universo le hubiera dado una recompensa y dejara que viajara con ella.

No necesitaba a otro compañero o compañera. Le gustaba estar con Katherine, era todo lo que necesitaba. Aparte que la Tardis la adoraba. Tener la bendición de una de sus más fieles compañeras lo hizo realmente muy feliz. Más aún ahora que estaba aprendiendo a pilorarla, cosa que la Tardis pareció disfrutar enormemente.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando se escuchó un grito desgarrador.

Se levantó de un salto dejando a una Katherine aturdida, que luchaba por despertarse.

Al final los tres lograron entrar en la oficina de William, que acababa de despertar de golpe de su asiento. En medio del lugar se encontraba la encargada del hostal, que se hallaba en el suelo muerta.

Martha y Katherine se acercaron a la ventana abierta, y observaron como una figura se alejaba volando en una escoba, riendo de forma malvada.

-Tiene que ser una broma-murmuró la castaña.

-Su corazón se detuvo-comentó el Doctor detrás de ellas, sin percatarse de lo que acababan de ver las chicas.-Ha muerto de miedo.

-¿Doctor?-llamó Martha, que al instante se acercó a ellas.

-¿Qué visteis?

-Una bruja-comentó Katherine sin dejar de mirar por la ventana.

X

Al día siguiente volvieron a la sala donde Shakespeare se había pasado toda la noche trabajando en su obra.

-Dulce Dolly Bailey-dijo el nombre de la muerta con pesar.-Soportó tres ataques de plaga en este lugar. Nosotros huimos como ratas. ¿Qué la habrá asustado tanto? Tenía un enorme espíritu.

-Rabia, rabia, contra la agonía de la luz-comentó el Doctor apoyando la cabeza en sus manos.

-Podría usar eso-dijo el hombre.

-No puedes, es de otro-negó Katherine, que estaba sentada encima de las piernas del Señor del Tiempo, como la noche anterior.

-Pero la cuestión es que Lynley se ahogó en tierra firme-habló Martha.-Dolly murió de miedo y los dos están conectados contigo.

-¿Me estás acusando?

-No, pero vimos una bruja-negó tratando que la creyeran.-Tan grande como tú, volando y riéndose en la distancia. Y tú has escrito sobre brujas.

Shakespeare alzó una ceja confundido.

-¿Yo?¿Cuándo hice eso?

-No, todavía no-calló el Doctor.

-Peter Streete hablaba de brujas-comentó William recordando a una persona.

-¿Quién es Peter Streete?-quiso saber la castaña.

-Nuestro constructor. Diseñó los planos para el Glove.

-¿El arquitecto?-preguntó el alienígena pensando en ello, hasta que se le ocurrió algo.-¡El arquitecto!¡El Globe!¡Vamos!-se levantó de golpe casi tirando a Katherine, que enseguida la arrastró para llevarla al teatro.