Batalla por el planeta

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La invasión en Navidad (parte 3)

Los dos comenzaron a pelear entre ellos. Llegó un momento en el que el Doctor cayó al suelo, haciendo que el resto se preocupara.

-¡Cuidado!-gritó Rose.

-Sí. Eso ayuda. No se me había ocurrido, gracias-dijo con sarcasmo.

La pelea continuó incluso cuando el Doctor decidió llevarlo afuera. Allí siguieron hasta que el Señor del Tiempo fue arrinconado y cortado la mano.

-Me cortaste la mano-dijo algo sorprendido.

El corazón de los espectadores estaban en sus gargantas. Incluso Harriet había cerrado los ojos.

-Y ahora sé que clase de hombre soy-dijo el Doctor con seguridad, interrumpiendo al líder que ya están celebrando su victoria.-Soy afortunado. Porque por suerte estamos en las primeras 15 horas de mi ciclo de regeneración. Aún tengo suficiente energía celular residual para hacer esto.

Y ante todas esas personas, su mano volvió a crecer. Los ojos de Katherine se abrieron sorprendida. Eso no se lo esperaba.

-Es brujería-acusó el líder de los Sycorax en bajo.

-Señor del Tiempo-respondió este.

La castaña, al ver la situación, arrebató a uno de los Sycorax una espada antes de girarse a los dos contrincantes.

-¡Doctor!-gritó lanzandoselo.

-¿Aún soy el Doctor, no?-preguntó agarrando la espada.

-No voy a discutirlo-se metió en la conversación Rose.

-¿Sabes lo mejor? Esta nueva mano es una mano luchadora-dijo antes de seguir combatiendo contra el Sycorax.

Esta vez la pelea terminó con el Sycorax tumbado al borde de la nave y con la espada del Doctor en su pecho.

-Yo gano.

-Entonces mátame.

-Te perdono la vida si obedeces mis órdenes-propuso el Doctor con una cara seria, no quería matar a nadie frente a su alma gemela.-Abandonad este planeta y nunca volváis. ¿Qué me dices?

-Sí...-murmuró.

-Juralo por la sangre de los de tu especie.

-Lo juro.

La cara del Doctor cambió de seria a alegre en menos de un momento.

-Ya está. Gracias por todo. Salud, grandullón.

Clavó la espada en el suelo y se dirigió hacia los cuatro humanos que le estaban aplaudiendo.

Rose se adelantó para darle un gran abrazo, siendo enseguida rodeada por los brazos del otro.

Cuando se separaron, la sonrisa de Rose se disipó cuando este se dirigió donde estaba Katherine.

-¿Qué tal estuve?-cuestionó con una sonrisa mientras dejaba que le ayudará a colocarse la bata.

-Increíble. Aunque me sorprendiste cuando te creció la mano.

-Ya bueno, ventajas de la regeneración. Hola-saludó con su nueva mano.-¿Pero no estuvo mal, no? Muy a lo Arthur Dent, ese era un buen hombre. Espera, ¿qué tengo aquí?-se preguntó metiendo una mano en el bolsillo de su chaqueta cuando terminó de ponersela Kathe.-Una mandarina. A ese amigo de Jackie le gusta mucho la comida. ¿Pero no resume la Navidad? Abres todos los regalos y hacia el final, metida debajo de todo, siempre hay una mandarina. ¿Quién quiere una?-preguntó.

¡Allons-y mi querida Katherine! (10° Doctor y Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora