Nadie podrá hundirnos

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El viaje de los condenados (parte 5)

-Vamos, aún tenemos que detener este barco y salvar la Tierra-dijo separándose de la chica.

Katherine asintió, secándose las lágrimas. El Doctor la ayudó a levantarse, quedándose frente a los anfitriones.

-No te preocupes, ahora soy la autoridad máxima para ellos-tranquilizó abriendo los brazos, dos robots se acercaron a él y lo agarraron cada uno de un brazo.-Vamos, agárrate de mi cuello.

-¿No hay otros anfitriones?-preguntó Katherine.

-No hay tiempo para discutir, vamos-apresuró el hombre.

Sin poder discutir más, Katherine se pasó los brazos por el cuello del Doctor. Cuando los robots se alzaron en el aire, la castaña pasó las piernas por la cintura de su novio, pues no paraban de coger velocidad.

Los dos anfitriones alzaron su puño libre, rompiendo el techo cuando lo tocaron, llegando así a la cubierta principal.

-Agh, bloqueo roto-habló el Doctor ayudando a Katherine a ponerse de nuevo en sus pies.-¡Oficial Frame!-gritó al chico joven con uniforme que estaba allí con la mano en el costado, claramente adolorido.

-Pero...los anfitriones...-murmuró desde el suelo aún en shock.

-Una vez muerto el que los controla, recurren a la siguiente autoridad superior, ¡y ese soy yo!-dijo tocando los controles.

-No hay energía, la nave va a caer-habló levantándose del suelo con la ayuda de Katherine.

-¿Cuál es tu primer nombre?-quiso saber el Doctor cogiendo el timón.

-Alonso.

Katherine abrió los ojos, viendo el rostro del Señor del Tiempo, que no se creía lo que oía.

-Estás de broma.

-¿Por qué?-preguntó confundido.

-Eso es otra cosa que siempre he querido decir. ¡Allons-y Alonso!-dijo antes de girar el timón a la izquierda, haciendo tambalear al Titanic, que caía a la Tierra.

Tuvieron que agarrarse con fuerza mientras caían a una velocidad alarmante, haciendo que la proa se pusiera roja del calor al atravesar la atmósfera terrestre.

Una alarma sonó, y el Doctor utilizó el pie para activar el botón y ver en pantalla la zona de impacto.

-¡Katherine!¡¿Te acuerdas el número que te enseñé?!

-¡Sí!

-¡Pues es un buen momento para usarlo!

Katherine marcó el número en el teléfono que había allí, hablando en alto para que se la escuchara por el otro lado de la línea.

-Hola, sí, em...¿podría ponerme con el Palacio de Buckingham? Bien, escuchadme, código de seguridad...erm...-miró al Doctor en busca de respuestas.

-7711.

-7711. ¡Salid de allí!-terminó la llamada.

Cuando solo quedaban unos pocos minutos para el impacto, por la pantalla avisaron que el motor estaba activado, así que el Doctor empujó hacia atrás el timón, enviandolos de nuevo hacia arriba.

Tardaron un rato, pero al final estuvieron de nuevo en el espacio. El Doctor soltó una risa, sintiendo por fin que todo había salido bien.

Alonso tocó la campana que había allí, riendo también. Katherine, al verlos, solo pudo reír con ellos.

¡Allons-y mi querida Katherine! (10° Doctor y Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora