Se acerca una tormenta

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Temedla (parte 3)

Los cuatro adultos se reunieron en la cocina para hablar. Fuera había un bote de pepinillos, que el Doctor cogió abriendo la tapa. Metió un dedo dentro antes de llevárselo a la boca.

Katherine tosió con fuerza, llamándole la atención, al mirarla, ella negó con la cabeza, como una madre tratando con un niño.

Al ver la mirada incómoda del resto, dejó el bote.

-Esos dibujos están vivos-habló Rose con seriedad.-Ella dibuja a la gente y van a parar a sus retratos.

-Energía iónica. Se aprovecha de Chloe para colocar a esos niños en un lapicero contenedor, hecho de energía iónica.

-¿Y qué hay del papá demonio de su armario?-quiso saber la rubia.

-Le he dicho que él está muerto.

-Bueno, él tiene un vozarrón para ser un tipo muerto.

Katherine miró a la pared, perdida en sus pensamientos.

-Si los seres vivos pueden convertirse en dibujos, quizás los dibujos pueden convertirse en seres vivos-dijo esta, sintiendo un escalofrío.

-Kathe tiene razón-habló el Doctor.-El verdadero padre de Chloe está muerto, pero no el que la visita en sus pesadillas. Y ese papá que ella dibujó parece muy real. Está a un instante de colarse en este mundo.

Trish estaba más nerviosa y asustada tras escuchar aquello.

-Ella siempre se llevaba la peor parte cuando él vivía.

-Doctor-llamó Rose.-¿Cómo una niña de 12 años puede hacer esto?

-Averigüémoslo.

X

El Doctor durmió a Chloe para hablar con la entidad que la poseía. Intentó que hablara por la forma pacífica: por las normas de la Proclamación de las Sombras.

A la entidad le dio igual.

Este era un Isolus. Su madre lanzó las esporas, miles y miles de ellos, sus hermanos y hermanas. Los Isolus eran seres empáticos, cuando dejaban a su madre su necesidad de los demás los mantenían. Necesitaban estar juntos, no podían estar solos.

Las crías Isolus viajaban cada una dentro de una vaina. Se dejaban llevar por el calor y la energía de las mareas solares. Tardaban miles y miles de años en crecer.

Sin embargo, estos no se aburrían. Jugaban entre ellos, creando mundos ficticios con su poder iónico.

Los ayudaba a mantenerlos felices. Mientras están felices pueden alimentarse del amor de los demás.

Sin eso estaban perdidos.

El Isolus que había tomado el cuerpo de Chloe se había desviado de sus hermanos y hermanas. Hubo una llamarada de sol, dispersó las vainas de estos y sólo este cayó.

Su vaina fue atraída por el calor y el Isolus por Chloe Webber, porque también estaba sola.

Hubo un momento en el que Chloe comenzó a tener un ataque, y la voz del dibujo de su padre fue haciéndose más fuerte.

Por lo que pidieron a su madre que hiciera lo mismo que la hacía cuando tenía pesadillas.

Lo que por suerte la calmó y con ello, el dibujo del padre se calmó después.

Pero eso no significaba que el Isolus iba a dejar a Chloe Webber o que iba a dejar de secuestrar niños, al fin y al cabo, este estaba acostumbrado a una familia de cuatro billones de Isolus más.

¡Allons-y mi querida Katherine! (10° Doctor y Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora