- El fin del tiempo 2 -

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El fin del tiempo - 2 (parte 1)

El Doctor había sido atado a una silla especial donde su cuerpo entero estaba restringido por cintas.

Wilfred tenía las manos atadas y estaba sentado en una silla normal. Katherine se sentaba en otra, pero sus brazos estaban atados con cuerdas a los apoya brazos y sus piernas a las patas de la silla.

-Ahora, bien. Tengo que dirigir un planeta. ¿Están todos listos?-preguntó el Maestro moviéndose por la sala hasta la pantalla de televisión.

-Seis billones, setecientos veintisiete millones, novecientos cuarenta y nueve mil, trescientos treinta y ocho versiones de nosotros esperando órdenes-habló uno de los clones del hombre.

-Habla Washington. Como presidente de los Estados Unidos puedo transferirte todos los protocolos de las Naciones Unidas inmediatamente, dejándote a cargo de todas las defensas de la Tierra.

-UNIT HQ, Ginebra reportándose. Todo bajo su comando señor.

-Y esta es la Comisión Militar Central en Beijing señor. Con más de 2,5 millones de soldados señor. ¡Levanten armas!

-Suficientes soldados y armas para convertir este planeta en un buque de guerra. ¿Nada que decir...Doctor?-preguntó burlonamente el Maestro.-¿Qué es?¿Discúlpame?-dijo acercándose a él.

-Déjalo ir, cerdo-insultó Wilfred.

-Oh, tu papá sigue queriendo armar problemas.

-¿Sí? Bueno, estaría orgulloso si fuera así-habló con verdadero orgullo.

-Cállate ahora-lo silencio llevándose un dedo a sus labios.-Escucha a tu Maestro.

Un teléfono comenzó a sonar por la sala, y no era el de Katherine. El Maestro se veía confundido, Wilfred, en cambio, asustado.

-Eso es un móvil.

-Es mío, déjame apagarlo-intentó restarle importancia el anciano.

-No, no, no. No creo que lo entiendas. Todos en este planeta son yo. Y yo no estoy llamándote, ¿quién diablos es?-exigió saber revisando la chaqueta de Wilfred.

-No es nadie. Probablemente alguien devolviéndome una llamada.

-Y mira esto. Buen hombre.

Katherine abrió los ojos sorprendida al ver una pistola que había sacado el Maestro antes de tirarla a un lado de la habitación. Al final logró encontrar el teléfono.

-Donna. ¿Quién es Donna?-cuestionó.

-No es nadie, déjalo-habló Katherine al escuchar el nombre de su amiga.

Pero el Señor del Tiempo descolgó el móvil.

-Abuelo...no cortes, tienes que ayudarme. Me escapé...pero todos estaban cambiando.

-¿Quién es?¿Por qué no cambió?

-Bueno-comenzó a decir Wilfred al ver que no tenía otro remedio.-Fue algo que el Doctor hizo...se lo hizo a ella. La metacrisis.

-Oh, le encanta jugar con las mujeres de la Tierra-se burló mientras Donna seguía hablando.-Encontradla. Rastread la llamada-ordenó a sus clones.-Dile adiós a la rara, abuelo-avisó dejando que hablara por el teléfono.

¡Allons-y mi querida Katherine! (10° Doctor y Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora