Colisión

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El viaje de los condenados (parte 2)

-Estaba en la mitad de una frase-se quejó el Doctor cuando estuvieron en el barco de nuevo.

-Sí, lo siento. Tenemos un pequeño problema, ¿podrían darme sus brazaletes?-se disculpó el señor Cooper recogiendo los teletransportadores.

Astrid se escondió detrás del Doctor, intentando que no la vieran.

-Disculpas, damas y caballeros y Bannakaffalatta-habló uno de los tripulantes.-Parece que tenemos una fluctuación de energía. Si quisieran volver a las celebraciones y con el beneplácito de cruceros Max Capricorn, se les proveerán bebidas gratis.

Con eso dicho, la gente comenzaba a separarse, yéndose al salón de nuevo.

-Gracias-sonrió Astrid saliendo de la espalda del Doctor, mirando a la pareja.-Eso ha sido lo mejor, lo mejor-dijo antes de irse a trabajar.

Katherine se alegró de oír eso. El Señor del Tiempo se acercó a los miembros de la tripulación, entregandoles los brazaletes.

-¿Cuánta fluctuación de energía?-cuestionó, aunque no les respondió.

-No se preocupe, lo tenemos bajo control-tranquilizó, aunque no parecían para nada tranquilos.

X

En el salón, la gente seguía disfrutando de la noche. Katherine estaba observando a todos, algo pensativa. Hasta que el Doctor la agarró de la mano, llevándola a una de las pantallas en las que aparecían Max Capricorn.

Se colocó aus gafas y sondeo la pantalla, logrando abrirla.

-¿Tu también crees que está pasando algo?-quiso saber la chica.

-Dudo que todos los fallos que hemos visto fueran simples coincidencias-murmuró cambiando unos cables, haciendo aparecer en la pantalla los planos del Titanic y un aviso de que los escudos estaban bajados.

En la radar también informaba que algo se acercaba al barco. Katherine abrió los ojos y miró por la ventana, notando como tres meteoritos se acercaban a gran velocidad.

El Doctor se puso alerta, conectando otros cables para poder hablar con la cubierta principal.

-¿Capitán? Hay una lluvia de meteoritos viniendo oeste cero por norte dos.

-¿Quién es éste?-preguntó el otro hombre.

-No importa, usa tus escáneres-habló rápido, quedándose sin tiempo, apenas quedaban unos minutos para la colisión.-Tienen meteoritos y no se protegen.

-No tiene autorización, limpiará las comunicaciones de inmediato.

-¡Bueno, sólo mire a estribor!-gritó justo cuando unos hombres lo agarraron detrás.

-¿Podría venir conmigo, señor?-a pesar de que fue utilizado un tono de pregunta, no era realmente una pregunta.

El Doctor intentó convencerlos, sin lograr nada. Entonces alguien comenzó a hablar por el micrófono del escenario.

Katherine se había movido hasta allí, llamando la atención de la gente.

-Bien, tenemos una tormenta de meteoritos a estribor, dirigiéndose a esta nave que está con los escudos bajados. ¡Vayan a los salvavidas!-gritó.

¡Allons-y mi querida Katherine! (10° Doctor y Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora