¡Allons-y mi querida Katherine! (10° Doctor y Oc)

- El siguiente Doctor -

El siguiente Doctor (parte 1)

Habían pasado un magnífico momento en la luna de miel, descansando y divirtiéndose por igual.

Y ahora habían vuelto a la misma vida en la Tardis, aunque esta vez estaban casados.

-¿Dónde estamos?-preguntó Katherine curiosa, ya que el Doctor no la había dicho donde iban.

-Es una sorpresa-sonrió abriendo la puerta para ella.

Esta lo miró sospechando, pero salió fuera, sonriendo aún más cuando vió que estaba nevando.

-Nieve de verdad-dijo girando sobre si misma.

El Doctor pasó su brazo por la cintura de la chica, caminando por los puestos que había en la plaza. La gente vendía una variedad de cosas mientras los niños corrían por allí. También había un coro de mujeres que cantaban canciones navideñas.

-¿Qué día es?-cuestionó Katherine curiosa, al notar su mirada, lo comprendió.-No sabes que día es.

-Sí que lo sé-se defendió haciendo pucheros.

-¿Ah, sí?

El Doctor gruñó por lo bajo antes de dirigirse a un niño pequeño que vendía periódicos.

-Eh tú, chico. ¿Qué día es?

-Navidad señor.

-¿De qué año?-cuestionó.

-¿Usted es estúpido o le pasa algo?-insultó.

-Oye, solo responde a la pregunta-dijo el Doctor no queriendo quedar mal por culpa del crío.

-Es el año 1851 de nuestro señor.

-Bien, buen año. Un poco aburrido.

-¡Doctor!-se escuchó el grito de una mujer a lo lejos.

-¿Aburrido decías?-cuestionó Katherine antes de salir corriendo hacia el grito.

-¡Doctor!

-¿Quién, yo?-se preguntó antes de salir detrás de la castaña, que llegó hasta un callejón donde había una mujer de piel oscura y pelo suelto, llevaba un vestido.-No te preocupes, retrocede, ¿qué tenemos aquí?-dijo acercándose a la puerta, que algo desde dentro intentaba salir fuera.

-Vaya fuerza-murmuró Katherine.

-Vale, lo tengo. Sea lo que sea que haya tras esa puerta, creo que deberías irte de aquí.

Pero la mujer siguió gritando.

-¡Doctor!

-No, estoy justo aquí. Hola.

-No seas estúpido, ¿quién eres?-preguntó confundida la mujer.

-Soy el Doctor.

-¿Doctor qué?

-Solo el Doctor-explicó Katherine sin comprender lo que pasaba.

-No puede haber dos-entonces apareció un hombre de cabello castaño con ropa de la época, parecía haber estado corriendo hasta llegar allí.-¿Dónde demonios has estado?

-No te preocupes, retrocede. De acuerdo, ¿qué tenemos aquí?

-Espera, espera, ¿quién eres tú?-quiso saber el Señor del Tiempo.

-Soy el Doctor. Simplemente el Doctor. El que hay, el único y el mejor-le guiñó un ojo.-Rosita, dame el destornillador  sónico.

-¿Qué?-preguntó Katherine igual de anonadada.