Perdidas

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El viaje de los condenados (parte 3)

El Doctor volvió a contactar con el joven que habían hablado antes mediante el comunicador que había en las escaleras.


-Señor Frame, ¿cómo van las cosas?

-Doctor, tengo señales de vida por todos lados, pero se están apagando una a una.

-¿Qué pasa?¿Están perdiendo aire?

-No, uno de ellos dijo que eran los anfitriones, o algo que tenía que ver con los anfitriones.

El Doctor abrió los ojos. Debajo de él, Foon y Morvin habían logrado encender al anfitrión, que al instante intentó matar al hombre. El Doctor pudo salvarlo y subieron lo más rápido posible.

Rickston pasó al otro lado junto a las dos chicas y Bannakaffalatta. Luego el señor Cooper lo siguió. Faltaban tres.

-¡El anfitrión ha enloquecido!-avisó a Frame por el comunicador.

-¡Estoy bloqueada!-gritó Foon intentando entrar por la abertura mientras el señor Cooper, Astrid y Katherine la ayudaban.

-Venga, puedes hacerlo-animó la rubia.

Katherine se levantó bloqueando por suerte una bisagra que estaba a punto de colapsar.

-Va a colapsarse-avisó el señor Cooper ayudando a la castaña. Foon al final pudo pasar, pero el hombre se giró para hablar con otra persona.-Rickston, ven a ayudarnos, ¡maldita sea!

-De ninguna manera.

-¡Mueve tu maldito culo y ayúdanos!-ordenó Katherine enviando un escalofrío por la espalda del hombre, que al final fue a ayudarlos.

El siguiente fue Morvin, que se quedó parado sin poder hacer nada.

-Señor Van Hoff, sé que acabamos de conocernos pero va a tener que excusarme-se disculpó el Doctor mientras lo empujaba con sus manos, logrando que pasara.

El anfitrión estaba apenas unos pasos del Doctor cuando se estaba deslizando por la abertura.

-¡Información forzada!-le gritó al androide con la mano levantada.

-¡No es el momento Doctor!-alzó la voz Katherine haciendo un esfuerzo sobrehumano para sostener la bisagra, pero el Doctor continuó.

-¿Cuál es el origen de tu estructura de comandos?

-Información: cubierta 31.

-Gracias-dijo pasando al fin al otro lado. El anfitrión intentó seguirlo, pero Katherine y el señor Cooper soltaron su carga y el anfitrión quedó aplastado entre los escombros.

X

La siguiente sala a la que llegaron fue una cocina, donde aún había algo de comida.

-Morvin, mira, comida-habló su esposa.

-Oh, fantástico, alguien está feliz-se burló Rickston.

-Entonces no coja nada-respondió Morvin.

Al final sí que cogió porque todos tenían hambre. El Doctor, por otro lado, se fue al comunicador más cercano para hablar con el que ahora estaba en la cubierta.

¡Allons-y mi querida Katherine! (10° Doctor y Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora