¡Allons-y mi querida Katherine! (10° Doctor y Oc)

- Amor y monstruos -

Amor y monstruos

Katherine se removió inquieta en su pesadilla. Hasta que se levantó asustada con la respiración entrecortada.

Ni siquiera notó como la propia Tardis iluminaba su habitación con una débil luz de la lámpara colocada en la mesa de noche.

Ella simplemente puso sus manos en su rostro, dejando que las lágrimas cayeran y soltara pequeños sollozos.

La Tardis hizo un ruido de preocupación, pero, de nuevo, la joven no la escuchó.

Pocos minutos después, el sonido de unos pasos apresurados llegando a la habitación se escucharon desde fuera.

La puerta se abrió.

El Doctor había estado en la sala de consolas reparando algunas cosas cuando la Tardis le avisó de que algo pasaba con Katherine.

Al instante fue corriendo hacia su habitación, solo para encontrarla en la cama, llorando de forma desconsolada.

Se acercó a ella sentándose a su lado en la cama, llamándola con suavidad, haciendo que saltara asustada antes de mirarlo.

-Eh, eh. Soy yo-le sonrió para tranquilizarla, acariciando su brazo.

Ella lo miró dándose cuenta de que estaba despierta.

-¿Puedo abrazarte...?-preguntó insegura.

Él sonrió acercándola a su pecho, dejando que llorara ahí mientras acariciaba su espalda.

-Eso no hace falta que lo preguntes-la dijo besando su cabello.

Poco tiempo después, a pesar de haberse calmado, no se separó.

-Perdona, no quería-

-Eh-la interrumpió con una voz suave.-No hay nada por lo que disculparse. ¿De acuerdo?

Se quedaron en esa postura durante varios minutos, disfrutando del momento.

-Era una pesadilla-murmuró, cuando él hizo un sonido para que continuara, lo hizo.-Estaba...estaba recordando las palabras que dijo la Bestia.

El Doctor no pudo evitar hacer una mueca. Hacia una semana que habían estado a punto de morir por culpa del agujero negro. Debía haber imaginado que algo así iba a pasar.

-Ninguna cosa de lo que dijo tenía sentido. Dijo que íbamos a morir allí pero no lo hicimos-intentó tranquilizarla con esas palabras.

-Ya...pero él sabía cosas...cosas sobre nosotros y los que estaban con nosotros. E incluso de ti.

Al instante se arrepintió cuando sintió que el Doctor se ponía tenso. Se separó de él mirándolo a sus ojos, en los que había vergüenza y arrepentimiento, y estos miraban a las sábanas en vez de a los ojos de la chica.

-Ey-acarició su mejilla con cuidado.-Lo siento, no debería haber sacado el tema. No quería traerte malos recuerdos.

-No-agarró su mano sosteniendola con las suyas.-Quiero contártelo. Es algo que debes saber.

Y así comenzó con la historia, hablando sobre lo que los Señores del Tiempo habían querido hacer en los últimos años de la guerra.

Como iban a destruir el propio universo por sus acciones.

Así que tuvo que tomar una decisión: terminar esa guerra destruyendo a todos los de su especie junto a los Daleks o dejar que el universo entero fuera destruido.