¡Allons-y mi querida Katherine! (10° Doctor y Oc)

- Las aguas de Marte -

Las aguas de Marte (parte 1)

-¡El planeta Rojo!-sonrió el Doctor saliendo de la Tardis al planeta con el suelo rojo.

Él y Katherine tenían puestos unos trajes especiales para poder respirar allí. Casualmente también eran rojos.

-Nunca pensé que pisaria Marte-comentó la castaña sin aguantar la emoción.

-Entonces hacia delante-respondió su esposo caminando por aquel planeta.

Llegaron hasta una zona bastante rocosa, donde se pudo ver un pequeño asentamiento. Eran seis cúpulas, una estaba en el centro conectando con las otras zonas mediante pasillos. Uno de esos pasillos interiores conectaba con un cohete.

-Oh, es precioso-no pudo evitar decir el Señor del Tiempo.

Aunque sus expresiones de asombro cambiaron al instante. Un arma fue colocada en la espalda de este.

-Daos la vuelta. Lentamente. Quedais bajo arresto-se daron la vuelta con las manos alzadas, encontrándose con un robot con brazos y algo parecido a una cabeza apuntandoles.-Por allanamiento. Gadget-gadget.

-Con que viaje tranquilo-comenó Katherine al ver como el robot parecía estar casi chamuscado.

Fueron llevados hasta dentro de las instalaciones, enseguida les quitaron sus trajes, por lo que no podían escapar. Aparte que una mujer de cabello rubio y algo mayor los apuntaba con una pistola.

-Decid vuestro nombre, rango e intenciones.

-El Doctor. Doctor. Diversión-respondió calmadamente el hombre.

-Katherine. Esposa. Cuidar a este niño grande.

El Señor del Tiempo la miró algo molesto por aquellas palabras. Pero eran verdad.

Un joven de cabello negro y largo entró corriendo dentro de la estancia.

-¿Qué demonios?-preguntó observandolos con curiosidad.-Es un hombre y una mujer. ¡Un hombre y una mujer en Marte!¿Cómo?

Los demás humanos también los observaban con atención. En total eran seis allí.

-Llevaban esto puesto-dijo una chica joven de cabello rubio recogido en una coleta, mostrando los trajes espaciales.-Nunca había visto nada así.

-¿Qué han dicho en control?-quiso saber el hombre.

-Llevan fuera de línea 10 horas-respondió la chica.

-Si pudiéramos dejar de hablar-ordenó la mujer que los apuntaba.

-De hecho, eso es lo segundo en mi lista,-dijo el Doctor colocándose ligeramente frente a Katherine,-la primera sería la pistola, apuntando a nuestras cabezas. Lo que pone a nuestras cabezas segundo y la charla en el tercero-pensó el Doctor en alto.-Pistola, cabeza, charla, sí. Odio las listas.

-Pero podrías herir a alguien con eso-añadió Katherine al ver cómo divagaba.-Tan solo...bájalo, por favor.

-Oh, eso os gustaría-dijo sin bajar ni un milímetro el arma.