El Lamento de los Héroes

El Gran Día Cuarto acto: A prueba de fuego Parte 1 Parte sin título 37

Sujeto: Raúl Cortez

Edad: 18 años

Año: 1757

Hora local: 20:40:15

Día: Lunes

Clima: Cielos despejados.

Ubicación: Stone Know. Nivel 10.

Mierda, la tensión está en el aire, inconscientemente quedamos inmersos en un juego mortal esperando a que alguien lancé el primer golpe, y esa excusa de licántropo muy mal concebido romperá la quietud del ambiente en cualquier momento.

- Suficiente Ramírez – Y es la niña pelirosa la que rompe el silencio, increíble, esa bestia dejó de mostrar los colmillos ni bien dio la orden ¿Esa niña está al mando?

Sí, sí que lo está, por alguna razón acaba de chasquear los dedos y uno de esos Centinelas rojos que la resguardan acaba de ofrecerle uno de sus brazos como asiento personal, ella se acomoda en el sintético y este último la levanta en el aire lo suficiente hasta quedar a nuestra altura.

- Como ordené, Ejecutora. – Contesta la criatura la cual responde al nombre de Ramírez a la vez que hace una pequeña reverencia hacia la niña adoptando una aptitud de mansedad.

- Por favor Sphiret ¿No crees que ya es hora de que madures y aceptes lo que eres en realidad? Deja de comportarte como una niñita malcriada y vuelve con nosotros, prometo que no te lastimaremos.

- ¿Te conozco de algo? – Pregunta Sphiret con la ceja levantada.

- Haz memoria, querida. – Contesta la niña mientras aparta su cabello hacia atrás sonriendo altivamente.

La señorita Sphiret entrecierra los ojos e inclina su cabeza un poco a la izquierda, al poco tiempo abre los ojos poco a poco, dejando que su rostro muestre una cara bastante extrañada, finalmente lo suelta.

- ¿Tía Veronick? - ¡¿Dijo tía?!

- Técnicamente... ya no somos tan cercanas. Así que deberías usar los honoríficos adecuados. Ahora es Ejecutora Veronick Digith. Harías bien en recordarlo, cariño. – Continúa con su aire altanero.

- ¡¿Pero qué te paso?!

- ¡Mi suero de la juventud rindió sus frutos! Por desgracia... A mala hora surgieron los efectos secundarios – Contempla su propio cuerpo con tristeza – Si tan solo los malditos Guardianes no hubieran arrasado con mi laboratorio... Ugh... Ahora es personal...

- ¿Qué quieres? No saldrías de tu laboratorio a menos que fuera absolutamente necesario, a no ser que...

- Precisamente amor – Recupera el ánimo de golpe - Tu madre quiere que vuelvas.

Hubo una pausa bastante larga e incómoda antes de que volvieran a retomar su conversación.

- ¿Recuerdas el motivo por el cual me fui, verdad? – Responde con algunas llamas bailando en su cabello.

- Correcto.

- Entonces ya sabes mi respuesta, pero conociéndote... No dejaras de insistir a menos que te lo diga de frente. – La Purificadora Digith deja escapar una sonrisa ante la reacción de la señorita Sphiret – Lo dije antes – Y el fuego se intensifica en su cuerpo, todos los acompañantes de la Ejecutora se ponen en guardia. – Lo digo ahora... Y lo seguiré diciendo hasta el último de mis días.... No volveré a ese lugar...

- Suspiro. No sé para qué me molesto, bueno, de cualquier forma... – Finalmente voltea a mirarme – Se me ordenó llevarte hasta tu madre de una forma u otra, todos los demás son prescindibles.