Capítulo 52 Asalto nocturno Primer acto Complicaciones previstas

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Espero crecer pronto, ser la pequeña del grupo es una mierda, parece que aquí en la milicia carmeliana es tradición molestar al novato o al nuevo del grupo, pero bueno, ya sabía a lo que tenía que atenerme al enlistarme, pero lo que más me molesta es...

- ¡Damarus!

- ¡Que no me llames por mi nombre, maldita sea!

- Bien... ¡Niñaaaaa!

- ¡AAhh! – ¡Odio cuando hace eso!

Yo aquí relajándome en una cabaña esperando nuestro turno para la guardia nocturna con mi peludo amigo, y llega mi compañero Alejo a molestarme, un tipo bajito, 24 años, tez trigueña, cabello negro y corto, ojos marrones y va vistiendo el atuendo típico de miliciano, un sombrero de campo, camiseta verde oscura de mangas cortas, pantalón suelto de color marrón adaptado para el campo, botas de cuero del mismo color, coderas, rodilleras y mitones a juego con las botas, y esa enorme mochila de campaña, el equipo estándar de todo miliciano carmeliano, aunque puede variar, como es mi caso.

Nos llevamos bien, aunque sinceramente hablando, a veces me gustaría que cerrara su boca por más de 5 minutos.

- Oye, que tus padres te pusieran un nombre masculino no es problema mío, el relevo es en 5, no llegues tarde, a Greenfield no le va a gustar.

Así como vino sin avisar, se fue sin despedirse, me limite a suspirar y a despertar a mi fiel amigo Roko, un perro callejero de pelaje negro que adopte antes de llegar a Carmely, es un perro de vigilancia y exploración, es rápido y tiene muy buen olfato, pero al igual que yo es algo pequeño comparado al resto de sus compañeros, creo que es por eso que me llevo también con él.

- ¿Me lo cuidas un rato? Debo ir al baño – Le pregunte al sujeto que descansaba en la silla mecedora mientras tocaba su guitarra a unos metros de mí.

- Seguro, niña.

- Que no me diga niña, maldita sea.

A él lo conocemos mejor por sus apodos que por su propio nombre, se trata de "El Viejo" o "El señor de los perros", cualquiera elige como llamarlo, va vestido al igual que Alejo, es fácil identificarlo porque hace honor a sus numerosos sobrenombres, un viejo barbón y canoso que suele estar acompañado por... No uno, no dos, ni tres, sino cuatro perros con nombres tan extravagantes como su dueño que lo acompañan a donde quiera que vaya.

Sus canes también dan mucho de qué hablar, el líder del grupo es "Jefe", un hibrido perro-lobo gris al que le falta un ojo, es casi tan viejo como su amo (En años perros, obviamente) y hasta ahora es el que ha sobrevivido más tiempo junto al Viejo, un atacante agresivo por naturaleza a pesar de su edad.

El segundo es "Coronel pulgoso", de cachorro era la mascota de un citadino al que el Viejo terminó por darle fin hace unos cuantos años en un enfrentamiento con los regulares, le cayó en gracia al anciano y se lo quedó, se trata de un galgo archiniense de color mostaza, un perro de apoyo cuya función principal es la de entregar mensajes gracias a su velocidad.

El tercero es el "Cojo Hilera", un perro mestizo de color plateado, negro y marrón, perdió la pata derecha delantera al defender a su amo de un jaguar hace algunos años, y pese a que el "Viejo" lo dejó en casa de sus familiares para que cuidaran de él, este siempre escapaba y de alguna manera siempre terminaba encontrando a su dueño, es un perro de rescate, y gracias a su olfato cumple muy bien con su labor.

Y finalmente, el último del grupo, el más joven de la manada, "Engendro", un pastor carmeliano de color marrón claro, impulsivo, enérgico y capaz de desempeñarse en cualquier rol que "El Viejo" requiera, suele llevar consigo un morral con munición y comida para el grupo, sin duda un grupo bastante peculiar.

El Lamento de los HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora