El Lamento de los Héroes

Capítulo 18 Confesiones de un Guardián

Raúl y yo aún no asimilamos la confesión del Gran Maestre Kledgy, ya me olía algo, demasiados incidentes en un solo día, y ahora nos salen con esto, Raúl está más shockeado que yo.

- ¡Esto es pura mierda Eitan!

- Cálmate, Suspiro. ¿Tan malo es, Gran Maestre?

- Como te dije antes, el Consejo de los Guardianes ha confirmado que las Lágrimas de la Creación solo se conservan en tu cuerpo, hemos intentado por todos los medios posibles extraerlas sin dañarte física o psicológicamente, la herramienta de extracción tampoco funciona, están desesperados.

- Y ahora están dispuestos a romper sus propios límites y meterme en ese laboratorio sin mi consentimiento.

- Exacto. Todo se decidirá dentro de unas semanas, la mayoría de los Maestres está de acuerdo con tomar medidas poco... éticas. Para entonces tu vida podría estar en riesgo y no podré hacer nada para protegerte.

- ¿¡P-Pero que pasa con el trató?! ¡Si Eitan y yo nos convertimos en Guardianes tendremos un estatus en Stone Know! ¿Verdad?

- Por desgracia no es tan simple, no todos los Guardianes en Stone Know los aceptaran con parte de ellos, su mera presencia en este lugar provoco divisiones entre el Consejo y la población. Algo es seguro, la mayoría está disconforme con su estadía en este lugar, por si fuera poco, el Consejo de los Guardianes planea actuar antes de que puedan llevar acabo la prueba de iniciación para lavarse las manos.

- Quiere decir que si no nos golpean de frente nos atacan por detrás.

- No hay por donde salvarse Eitan. – Recalca Raúl.

- ¿Entonces todo fue en vano? Creía que los Guardianes no llevaban a cabo experimentos de este tipo.

- Desde el ataque que sufrimos hace poco más de un año todo iba según lo planeado, por no mencionar lo que ocurrió en el nivel 5, sumado también al hecho de que seas el primer ser viviente compatible con las Lágrimas de la Creación, algo que hace siglos era considerado algo imposible. La situación actual es de lo más inverosímil hasta la fecha señor Mactavish.

Menos mal que estoy sentado en la cama, la cabeza me da vueltas, tanta información negativa... ¡Uhg!

- ¿Es todo? ¿Así sin más?

El Guardián guarda silencio durante unos angustiantes segundos antes de responderme.

- Quizás... si optan por el exilio voluntario los dejen en paz.

Ahora Raúl y yo somos incapaces de comentar al respecto ¿Dónde se torcieron las cosas? ¿Tan malo fue?

- Es una broma. Tiene que serlo. – Raúl se escuda detrás de una sonrisa forzada evitando así caer en la desesperación, aunque de poco le está sirviendo la verdad.

- ¿Sabía que esto pasaría, Gran Maestre? – Preguntó impulsado por un presentimiento algo vago, pero presente. Al Gran Maestre le toma como 10 segundos contestarme.

- Si, pero... creía que podría evitarlo.

- Desembucha anciano.

- ¡Raúl cállate! Suspiro. Prosiga por favor.

- El incidente del nivel 5, fue culpa mía. Unas semanas antes del ataque a Stone Know, una chica se acercó a las inmediaciones de la Barrera de Energía que rodea la ciudad, una Purificadora que respondía al nombre de Fieryna Sphiret.

- La chica con poderes de fuego.

- Exacto. Vino desde los confines de Kernely, desde el noroeste de Hoziron hasta aquí, el sureste de la nación, tenía una petición, que la despojáramos de sus habilidades.