Capítulo 27 Un toque de ironía

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Sujeto: Alfred Damian Kraig Regnault

Edad: 23 años

Año: 1757

Día: Martes

Hora local: 19:15:28

Clima: Cielos despejados.

Ubicación: Pueblo de Jhunt.

¿Saben? No puedo dejar la ironía de lado.

Fue en este preciso lugar en donde mi vida se fue al caño hace poco más de un año, y ahora, es en este mismo lugar en donde se me presenta la oportunidad de enderezarla.

Luego del fiasco de aquel entonces este pueblo ha sido declarado como zona hostil, no es para menos, la actividad rebelde registrada en este lugar se ha incrementado durante estos meses, no obstante los lugareños han vivido con un dilema el cual debemos solucionar.

Luego del ataque del 55', la gente emigró a algunos asentamientos cercanos y luego cada quien fue por su propio camino, aunque algunos decidieron quedarse y reconstruir el pueblo, ya sea por necesidad o por terquedad, el punto es que intentaron levantarlo, pero el pueblo nunca se recuperó totalmente de aquel ataque, y ya que nuestras fuerzas se congregan a lo largo de Archy y Kernely, aquí están desprotegidos.

Para ponerlo simple, se sabe que la población local es Anti-Dominio, nuestra presencia no les hace gracia, y a pesar de eso, han decidido acudir a nosotros, lo cual deja ver que están desesperados, pues, los Rebeldes... (Aunque no sé muy bien si llamarlos de esa manera puesto que la Rebelión está prácticamente disuelta, los pocos que quedan no son más que vándalos para mí, pero hasta que no se haga una rendición formal nos vemos obligados a conservar el dichoso título... Ah, no me pagan lo suficiente para hacer esto...) Se han apoderado del pequeño pueblo, forzando a sus habitantes a trabajar para ellos, para colmo los estaban usando como escudos humanos.

La cosa es así, el caudillo que estaba a cargo de estos insurgentes ha salido del pueblo hace algunos días y no ha regresado, dejó a una pequeña cuadrilla resguardando el lugar, en vista de que la ausencia de su líder se prolongaba más de lo estimado algunos de sus lugartenientes que dejó a cargo comenzaron a promulgar sus propios términos, tanto los lugareños como sus propios hombres se mostraron disconformes con eso, no pasaron ni dos días y ya se estaban peleando por el poder, nuestros agentes que se habían infiltrado entre sus filas desde hace algunos meses se encargaron de darles el empujón que necesitaban para ello, tristemente los civiles se vieron involucrados entre ellos y quedaron atrapados entre el fuego cruzado, pero ¿Qué puedo decir? Así es la guerra.

Para cuando sus fuerzas mermaron lo suficiente pudimos hacer nuestra jugada, los pocos rebeldes que quedaron están demasiado asustados como para seguir con su causa, no tienen líder, pero saben que si se marchan del pueblo así sin más el resto de sus camaradas los verán como traidores, en cambio sí se entregan voluntariamente podremos darles la protección necesaria y terminar con esta farsa.

Enviaron a algunos lugareños a nuestro puesto de avanzada desde donde seguíamos sus movimientos hace algún tiempo para exponernos sus intenciones, están dispuesto a deponer las armas, y es ahí en donde entramos.

Debo agregar que esta situación es muy delicada, todos en el pueblo están asustados, si bien ya no quedan muchos insurgentes armados siguen siendo una fuerza considerable para los pobladores de Jhunt, claro, podríamos entrar y acabar con ellos de una vez para siempre, pero con los civiles entre medio no es una opción, lo cual es un alivio.

Personalmente hablando, preferiría evitar un derramamiento de sangre innecesario, aunque mi oficial al mando no piensa lo mismo, pero tenemos ordenes de arriba que nos autorizan a proceder con un desarme pacífico si es que se nos presenta la oportunidad, la buena prensa le vendría bien al gobierno y a los altos mandos en este momento.

El Lamento de los HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora