El Lamento de los Héroes

El Gran Día Séptimo acto: Palabra de Guardián

Los Guardianes se han atrincherado a los alrededores de la Piedra del Conocimiento, han levantado barreras y demás cosas con tal de contener a los Purificadores y a los discípulos de Kharra'Hel, de momento ha funcionado, así que no tenemos que preocuparnos por esa zona.

Otra zona asegurada podrían ser las salas de descanso, los Aspirantes asistidos por la IA de emergencia y algunos Guardianes lograron contener al sequito de Kharra'Hel, se las arreglaron para abandonar la zona de peligro hasta llegar a los asentamientos seguros.

La nave de bombardeo ha sufrido graves daños, las llamas y el humo que emanan de ella lo confirman, no tardara en caer.

Pero ni rastro de Raúl ni de Sphiret, luego de buscarlos Nivel por Nivel solo queda revisar la ciudad de la superficie, el comité de bienvenida no fue del todo amable que digamos, nuestra nave recibe disparos de Energía desde de todas partes, todos los tripulantes nos tambaleamos y nos aferramos a lo que sea que encontramos.

Es curioso, por alguna razón están enfocando sus ataques en nuestra pequeña nave de transporte, ignorando a los cazas y a los bombardeos de nuestro lado.

- ¡Los escudos de la nave han caído! – Grita nuestro piloto. – ¡El motor principal ha reventado! ¡Los sistemas no responden! ¡Prepárense para el impacto!

No me gusta cómo suena eso. Me aferro a uno de los soportes de la nave y espero lo mejor...

....... ¡BUM! .........

Ouh... Ooh... Ugh... Awgh... Cof... Cof... Bueno... Cof... Pudo ser peor...

- ¡¿Están todos bien?! ¡¿Zuar estas bien?! – Ja'Ur pregunta alterado apenas se levanta.

- Si... Cof... Estoy bien. ¿Mactavish?

- Aquí... - Levanto mi mano desde el suelo, mi cuerpo quedo bajo una pila de cajas que llevaban suministros médicos y munición, no me rompí nada, creo, ah no, falsa alarma.

Zuar, Ja'Ur, el resto de los Guardianes y yo estamos bien, tenemos algunos heridos pero nadie con riesgo de muerte.

- De prisa abran la puerta.

- La escotilla se ha atascado.

- Yo me encargo – Uno de los Guardianes activa su espada de Energía y corta una de las paredes (Que vendría a ser el techo, puesto que la nave se estrelló y dio un par de giros), luego de ello patea con fuerza y nos hace una salida.

Ni bien salimos al exterior una lluvia de proyectiles de Energía nos cae encima, una Barrera se erigió alrededor de nuestra posición para reorganizarnos y proteger a los heridos, ahí vienen.

- ¡Allí esta!

- ¡Es nuestro, es nuestro!

Los discípulos de Kharra'Hel corren desenfrenados hacia nosotros, afortunadamente antes de que pudiéramos responder al fuego enemigo nuestros amigos allá arriba nos echan una mano, y una bomba de Energía, acabando con todos los hostiles en el acto.

- Trataremos de alejarlos de ustedes tanto como podamos – Nos habla el piloto de la nave de escolta por radio – Vayan a directo a la zona segura y si están en la posibilidad de ayudar a alguien por el camino háganlo, Prisma-05, corto.

- Ya lo oyeron señores, andando. – Habla Ghaldair nuestro jefe de patrulla.

- No te separes de mí, chico. – Ja'Ur me entrega una pistola y otra espada de Energía adaptada para mí.

- No lo hare señor.

Al ser el portador de las Lágrimas de la Creación no me dejaron buscar a Raúl por mi cuenta, así que hice lo único que se me ocurrió: Buscar a Raúl... en la dirección en la que este equipo va.