Si es contigo, mejor.

71. No puedo seguir así

Domingo 23.41 (Cris)

Estoy tumbada en la cama, las luces apagadas, no puedo ver nada más que la oscuridad.

No puedo dejar de pensar en Joana, en Malena, en Inés y la conversación que tuvimos.

No sé qué hacer, en mi cabeza tengo una confusión que jamás creí llegar tener.

Quiero a Malena y me hace muy feliz, me gusta pasar horas con ella haciendo nada o simplemente dormir abrazadas pero, Joana apareció y con ella las cosas son diferentes.

Me he pasado los últimos dos años pensando en ella, echándole de menos, queriendo besarla, abrazarla y, cuando creo haberla olvidado, vuelve a aparecer y cambia mis planes ¿Por qué me pasa esto a mi?

Sé que no quiero hacer daño a ninguna de las dos pero, creo que eso es imposible y, tampoco quiero hacerme daño a mi misma.

Solo necesito un abrazo que me diga que todo va a estar bien.

Cierro mis ojos, volviendo a ver oscuridad, pero el timbre de mi piso suena.

Camino con desgana hasta la puerta y tardo más de lo usual en llegar.

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La abro y mi cara pasa de una confusión a una sonrisa en un segundo cuando lo veo.

Un pequeño oso de peluche, con un mono azul de trabajo, está en mi puerta simulando estar solo pero, puedo ver una mano sosteniéndolo.

Oso: Hola ¿Tu eres Cris? -imita una voz grave, muy graciosa que aún así reconozco-.

Cris: -sonrío- Hola, sí ¿Tú quién eres?

Oso: Yo soy tu nuevo amigo, todavía no tengo nombre porque la tonta que me compró no tiene imaginación pero tu puedes elegirlo.

Cris: -muerdo mi labio con ternura- Vale pero, déjame pensarlo. Ahora dile a la tonta que te ha comprado que enseñe su cara- el pequeño peluche deja de ser mi centro de atención cuando ella se para delante de mí. Me mira con una pequeña sonrisa en sus labios y lo único que puedo hacer es, acercarme a ella, rodear con mis brazos su cuello y abrazarla.

Cris: Gracias -la abrazo más fuerte y puedo sentir sus manos acariciar mi espalda junto a unos besos en mi frente- Por el oso y por venir.

Malena: No tenés que darme las gracias por nada. Sos mi novia y no me gusta que estés mal, yo quiero que sonrías siempre -sonrío- justo así.

Cris: Tu me haces sonreír -mis manos pasan a su cara, la veo sonreír y me acerco para besarla-.

Malena: Te quiero -me besa- mucho.

Cris: Y yo te quiero a ti -¿Cómo puedo decidirme si mi corazón se pone loco cuando me dice que me quiere?-.

Malena: -comenzamos a caminar, yo abrazada a su cintura, hacia mi habitación- Quería traer al osito payaso para que te animes pero en la gasolinera solo tenían este -me mira haciendo un puchero, entonces vuelvo a besarla-.

Cris: No tenías que hacerlo, además que contigo de payasa es suficiente.

Malena: -ahora vuelve a hablar el oso- Entonces ¿Ya no me quieres? -me río y cojo el osito en mis manos para darle un pequeño beso en la cabeza y lo pongo en el pequeño sillón de mi habitación- ¿Y a mi?

Cris: Jo, a ti te beso siempre. No te pongas celosa -me acerco a ella de nuevo pasando mis brazos por su cuello y ella da un beso en la punta de mi nariz a lo que yo respondo con un corto beso en los labios-.