82. Arrepentida

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Otra vez silencio.

Sin dejar de mirarnos, la distancia entre nosotras se acorta. Tanto que puedo sentir sus labios casi rozar con los míos.

Puedo sentir su mano acariciar mi cara y sus pies acariciar los míos.

Sonrío esperando lo inevitable pero, lo inevitable, se vuelve evitable a causa de una pequeña niña que entra a la habitación.

Maia: ¡Joanaaaaaaa mamá dice que se despierten!

Joana: -me río y la veo girar en la cama para mirar hacia la puerta, se pasa la mano por la cara y, al instante de sentarse, abre los brazos para que su hermana la abrace, aún con las sábanas cubriéndole medio cuerpo- Buen día, tonti. Ya estamos despiertas -la veo dar un beso en la frente de la niña-.

Cris: -cierro mis ojos y me cubro con el edredón- yo sigo durmiendo.

Joana: Cris duerme mientras nos habla, creo que está mintiendo ¿Vos que decís?

Maia: Creo que voy a traer agua, con vos funcionó ayer -la escucho decir eso y me quito la tela blanca de encima-.

Cris: Ya estoy despierta -las miro y ambas ríen-.

Maia: Mamá dijo que si querían tostadas.

Cris: Que linda pero yo me tengo que ir a casa.

Joana: ¡No!

Cris: -me río y noto que se pone un poco roja su cara- ¿Por qué no?

Joana: Bueno porque...no te podes ir sin desayunar, puede hacerte mal y no quiero ser responsable de eso.

Maia: Si, Cris, quedate un poco.

Cris: A veces creo que vosotras queréis secuestrarme.

Maia: ¿Quién es vosotras? Y muy mal, eso de secuestrar no se hace -escucho a Joana soltar una risa muy sonora y me causa ternura, entonces, no evito sonreír-.

Cris: Vosotras es como mmm "ustedes".

Maia: Ah no, nosotras no queremos secuestrarte -se acerca a darme un abrazo y sale de la habitación corriendo-.

Joana: -me mira, se levanta, se pone una sudadera y me señala con su dedo índice- o si.

Sonríe y sale de la habitación pero, camino al baño.

No reacciono hasta que ya no se encuentra en el lugar y, una vez lo hago, solo puedo sonreír y negar con la cabeza.

Una vez termino de desayunar, salgo casi corriendo a mi casa. Joana ya se había ido porque debía grabar si o si pero, yo tenía que ir al mediodía.

En el camino mi cabeza se vuelve un desastre porque la ví hace menos de una hora y ya la echo de menos, cuando en realidad debería echar de menos a mi novia porque llevo dos días sin verla.

No es que esté confundida porque, desde que me he despertado a la mañana, me he dado cuenta de que quiero despertar así toda la vida.

En realidad, estoy molesta conmigo misma. Siempre supe lo que sentía pero, sin embargo, ahí seguía; abrazando y besando a alguien que quiero mucho pero que sé que no es el amor de mi vida, prometiéndole amor y sonriendo por un viaje.

Estoy arrepentida de hacerle esto a Malena.

Ella no merece que le mienta en la cara.

No merece que esté con ella y piense en alguien más.

No merece ilusionarse con un viaje a Roma.

Merece a alguien que la quiera de igual manera y, esa persona, no soy yo.

Si es contigo, mejor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora