Si es contigo, mejor.

88. Feliz Navidad

Miércoles, Noche Buena 00:47 (Cris)

He salido de mi casa cuando habían pasado 10 minutos de la medianoche y ahora estoy llegando al hotel con una cantidad de nervios que ni yo puedo entender.

Subo por el ascensor porque en este punto, subir escaleras no puedo.

Llego a la habitación que dice mi tarjeta y de pronto colocarla en donde va, se vuelve una tarea muy difícil para mis manos temblorosas.

Luego de varios intentos, puedo hacer que la luz se ponga en verde.

Abro la puerta y recorro la habitación.

Me acerco a la ventana y muevo las cortinas, dejando ver el paisaje que es Madrid desde esa altura.

Vuelvo sobre mis pasos y me dirijo al pequeño sofá que hay. Me siento ahí y quito mis zapatos, doblando mis piernas, esperando a que entre por esa puerta.

Estoy casi segura de que la veré pasar por ahí y de que podré besarla, para poder demostrarla todo lo que siento por ella.

Pasan minutos en silencio y recuerdo que he traído música. Coloco todo y una vez mi teléfono se conecta, doy play.

Es música tranquila, no busco que esto sea una fiesta. Solo quiero no quedarme en silencio porque mi corazón está latiendo muy fuerte y entre tanto sin sonido, puedo escucharlo y, eso, me pone más nerviosa.

Miércoles,  01:25 (Cris)

Llevo unos 40 minutos en la habitación y aún no tengo noticias de Joana.

Comienzo a preocuparme pero, no mucho.

Quizá se le ha pasado la hora y llegará en pocos minutos, o simplemente se está haciendo desear que ella, a veces, puede ser así.

Miércoles, 02:15 (Cris)

Llevo casi 2 horas esperándola, supongo que mucha gente hubiera preferido irse antes de la primera hora pero, ella tiene que venir.

No es posible que no llegue.

Quizá es que Maia no quería dejarla ir hasta que se durmiera.

Bueno, a lo mejor, su madre ha bebido de más y no puede pensar en mi.

O su padre, también pudo haber bebido de más. Recuerdo que solía beber mucha cerveza.

Algo tuvo que haber pasado pero ¿Por qué no me ha enviado ni un mensaje?

Miércoles, 03:27 (Cris)

Supongo que después de esperarla por tres horas, es momento de aceptar que no vendrá.

Me levanto del sofá, del cual me he parado y sentado muchísimas veces en lo que va de la noche, pongo la música que había apagado una hora atrás y me tumbo en la cama.

Junto mis manos y las coloco debajo de mi cabeza, poniéndome de costado, mirando hacia la ventana.

Siendo sincera, muchas lágrimas han caído en esta última hora pero, las he ignorado completamente.

Ya no puedo seguir haciendo eso.

Le he dicho lo que siento, que supuestamente era lo que ella sentía también, y me ha dejado plantada.

Cierro los ojos, porque mi vista está demasiado nublada, y comienzo a sentir que las lágrimas acumuladas.

Supongo que no es buena idea escuchar nuestra canción ahora pero, es una manera de sentirla cerca aunque sé que nunca había estado tan lejos, ni están a miles de kilómetros, ni cuando estuvo dos años en Argentina, porque tenía la esperanza de volver a verla y solucionar las cosas pero, ahora, supongo que es el verdadero final.