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Mi cabeza comenzaba a doler, mi cuerpo parecía no poder mantenerse de pie. La señora weasley había exigido que debía decir las palabras con fuerza no podría equivocarme, y lo había logrado por fortuna. Aún mantenía el abrigo de george, y no pensaba quitármelo de encima el frío en el callejón diagon era aún más que en Hogwarts, y no era algo que me agradará en absoluto.

Vamos jane, no querrás perderte.—la voz de ron me hizo reaccionar, tomó de su mano intentando no perderme, la ultima vez que había estado en este lugar no había prestado atención a donde entraba o salía. No me parecía buena idea perderme en un lugar como este.
—Ron, harry se encuentra en la tienda.—preguntó una vez que nos acercábamos a un local lleno de personas por dentro
Seguro está por ahí con los demás, pero no tardará en llegar con nosostros.—

Ron apretó mi mano para continuar caminando, unas risas llegaron hacia mis oídos. Fred pareció observar nuestras manos unidas provocando que comenzara a burlarse de su hermano menor.
—Cállate fred.—exclamó
—George alguien lleva la delantera.—se limitó a responder mientras abría la puerta.—Y no pareces ser tú

Mi cara solo reflejaba confusión, la mañana había sido igual. Los comentarios inusuales de fred eran extraños, y todo se trataba de george, y yo. George por su parte había respondido de mala manera, no se molestó si quiera a mirarme, en todo el transcurso de encontrar nuestros libros no se había acercado si quiera, mucho menos me había dirigido la palabra, esto resultaba ser patético.
¿Que rayos le pasa?.—preguntó una vez que me encuentro sola en uno de los rincones de la tienda como si alguien pudiera responder mi pregunta de desesperación

Maldigo una vez que busco por todos los rincones de la tienda intentando encontrar a harry, pero por lo visto el no parecía estar dentro. Era difícil seguir los pasos de harry, no había ni un momento que no me preocupase del bienestar de harry parecía escabullirse sin dejar rastro dejándome con un dolor de cabeza. La tienda comenzaba a atraer más clientes, resultaba ser que alguien muy conocido en el mundo mágico se encontraba dentro. Molly había ignorado el hecho que harry no se encontraba por ningún lado, prestando toda su atención al hombre que mantenía su sonrisa intacta sonriendo a cualquier mujer que prestara de su atención.

Gilderoy Lockhart.—sentenciaron los gemelos, casi saltando una vez que llegaron hacia mi
—¿Qué?.—dijo Jane sin aliento
—Un mago famoso.—respondió con sarcasmo fred
Autor de libros acerca de las mounstrosas criaturas.—repitió del mismo tono george sin dejar de observar con burla a Molly.—Y un completo tarado

Fred y george comenzaron a reír, llamando la atención de algunos magos presentes. Molly había escuchado aquellas palabras llegando hacia ellos y poder jalar de sus orejas no sin antes pedirles que se comportaran, para seguir observando con ternura al hombre.
Será mejor que se callen.—explicó con diversión recibiendo las miradas molestas de los gemelos. La molesta voz de un hombre ocasionó que los aplausos incrementaran, y Gilderoy había sido presentado.
—Oh harry, gracias a dios. Esperaba que solo estuvieras a una chimenea de aquí.—la voz de molly se escuchó

Me acerco a harry uniendo mi mano junto a la suya, mi rostro tenía una expresión que de alguna manera no le brindaba confianza a harry, pues sentía que iba a recibir un castigo por su hermana mayor.
Donde estabas.—susurro cerca de él
Es un poco difícil de contestar.—respondió harry dirigiendo su mirada hacia el hombre que se aproximaba
—Ahí está.—sonó la voz impaciente de Molly, mientras aplaudía con desesperación intentando llamar la atención de aquel hombre.

Le fascina a mamá.—explicó ron, recibiendo una mirada de advertencia de Molly. Un hombre se acercó con detenimiento logrando sacar un foto de Gilderoy, las mujeres solo reían cuando él posicionaba su mirada en ellas, pero sus ojos estaban muy lejos de observarlas nuevamente, tomó con autoridad la mano de harry sintiendo la mirada del hombre en mi hermano. Sabía el hecho que harry había sido el Niño que sobrevivió, debido a que no todos en el mundo mágico sabían sobre la existencia de mi.

—No puede ser, harry potter.—sentenció asombrado, el hombre que hace unos momentos atrás tomaba una foto a Gilderoy tomó de la mano de mi hermano separándolo de la mía para llevárselo, intento llegar hacia él pero una mano se posiciona en mi hombro, el señor weasley asintió sin decir una palabra.

Harry no controlaba sus pies, no debido a los jaloneos de Gilderoy el cual pidió al hombre le tomara una fotografía con mi hermano
Una fotografía de los dos.—exclamó para acercar a mi hermano a su hombro sonriendo hacia la cámara. La mirada de harry solo reflejaba confusión.—Damas y caballeros que extraordinario momento es este, cuando harry entró a Flourish and Blotts esta mañana para comprar mi autobiografía ; mi yo mágico.—los aplausos y gemidos de satisfacción de las mujeres no tardaron en escucharse, observó a ron el cual solo niega avergonzado.—Que por cierto celebra su semana número veintisiete, de encabezar la lista de los libros más vendidos, no tenia ni idea de que iba a salir de aquí con mi colección entera de libros como regalo.—sonrió ante la cámara para poder dejar los pesados libros en las manos de harry

Gilderoy había terminado su pequeño show con mi hermano una vez que la atención estaba centrada en él ahora más que nada, harry se acercaba a paso dificultado debido al peso de esos libros intento acercarme hacia él tratando de ayudar pero la voz de molly me había ganado
—Harry, a ver dámelos todos.—quito de las manos de harry todos los libros.—Haré que los firme, esperen a fuera. Hagan caso.—comienzo a seguir el paso de ron fuera del pequeño bulto de hechiceros

Fred junto a george se encontraban leyendo unos libros que parecían llamar de su atención debido a sus rostros llenos de ilusión, sabía que querían llevarlos a casa, pero entendí su situación económica por lo tanto no podrían hacer nada a cabo.
—Ahora regresó, puedes mantenerte cerca de los demás y no perderte de nuevo.—preguntó dudosa hacia harry el cual asiente divertido. Volteo una vez más hacia los gemelos verificando el nombre de aquellos libros, llegó hacia la hechicera que parecía cobrar los libros que uno se llevase, había pedido dos copias de aquellos libros que habían llamado la atención de los gemelos, junto a los respectivos libros que utilizaríamos harry y yo este año en Hogwarts.

—Gracias.—tomó los libros intentando no caerme del peso, camino logrando no derribar a alguien no sin susurrar un lo siento a las personas que se encontraban cerca de mi. Las pelirrojas cabelleras de los weasley habían captado mi atención, justo como lo habían hecho dos cabelleras rubias platinadas que parecían marcharse no sin antes observar a los weasley con un gesto de asco.

Un grito salió de mi boca, al momento que siento caer los libros en mis pies. Debía haber imaginado que necesitaría ayuda al cargar todos, la mueca de diversión de los weasley no tardo en notarse. El señor Arthur llegó hacia mi asegurándome que no hubiera sufrido un daño a lo cual negué, solo me había dolido un poco. Harry tomó algunos libros, junto a ron intentando ayudarme.
Maldicion mis manos son como gelatina.—bufo molesta

El secreto de los PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora