El secreto de los Potter

28

El dolor de mi cabeza era terriblemente punzante, con mis manos aprieto mi cabeza mientras exclamó del dolor. La señorita pomfrey se acerca con rapidez hacia mi cuerpo para darles rápidamente algo que me ayudara a calmar mi dolor, desconocía la razón del porqué me encontraba en La aquella camilla, pero no había sido la única. Los jadeos de cansancio se escuchaban por toda la enfermería, veía rostros conocidos por doquier, la sonrisa de Hermione me había hecho reaccionar se encontraba frente mío observándome con desesperación.

—Harry.—susurró casi inaudible cayendo hacia la fría cama volviendo a la obscuridad

—Señorita pomfrey, ¿Jane estará bien?—preguntó inquieta angelina

—Lo estará. Ha reaccionado de esa manera debido al cansancio que mantiene, y a su poca alimentación.—dejó unas pastillas cerca de Jane para que ella pudiera tomarlas justo cuando se levantara

—Les dije que no había estado alimentándose bien.—susurró alicia llamando la atención de todos

—Ha tenido muchas cosas en la cabeza, sus notas, las idas a la biblioteca, el mantener al cuidado de harry. Todo la ha agotado.—continuo hablando katie

—Eso debe de parar. Harry tendrás que brindarle atención a tu hermana, mientras ustedes chicas lo harán de igual manera.—se limitó a responder observando como los quejidos de Jane se hacían presentes

—Harry.—susurró jadeante jane.Harry se abalanzó al cuerpo de su hermana recibiendo por su parte un cálido abrazo.—No he sufrido una broma bastante pesada por los gemelos ¿no es así?

Las fuertes carcajadas de Fred y george retumbaron en la enfermería siendo callados por pomfrey, Jane no había recordado nada y harry se había esmerado en hacerle entender a los demás que era mejor de aquella manera. No necesitaba que su hermana siguiera con más preocupaciones, ella solo debería descansar y seguir las indicaciones de la señorita pomfrey.

—Has tenido suerte esta vez Jane.—susurró george

—Pero no por mucho tiempo.—replicó fred ocasionando que alicia golpeara su brazo haciéndolo gritar.La señorita había dado de alta a la mayor de los potter, harry había acompañado a su hermana hasta llegar a la sala común, miraba fijamente el cuerpo delgado de su hermana sabía que las porciones de comida de Jane en la casa de sus tíos no había sido buena, y odiaba rotundamente a sus tíos por aquello. En estas últimas semanas su porción de comida no habían sido suficientes, y ahora que sus amigas cuidarían de ella esperaba que todo cambiara para el bien de Jane.
—No te habrás metido en problemas mientras me encontraba en la enfermería.—suelto una vez que el silencio había reinado. Harry negó con rapidez ante las palabras de su hermana.—De acuerdo, confiaré en ti.

Harry se había dirigido al gran comedor junto a ron, todos en la mesa gryffindor parecían charlar animadamente. El caos había acabado de una vez por todas, y los cuerpos de aquellos estudiantes petrificados habían vuelto a la normalidad. Jane bajaba las escaleras llegando a la entrada del gran comedor, unos pasos detrás de ella la hicieron sentir con ansiedad debido al último recuerdo en los pasillos, Hermione sonrió en su dirección indicándole que debían entrar.

—Hermione, Jane bienvenidas.—el recibimiento de aquel fantasma me provocó sonreír.

Observamos nuestra mesa no sin antes sentir todas las miradas ante nosotras, Oliver sonreía con curiosidad ante mi cosa que solo me hacía sentir como un tomate debido a que no solo él me miraba de aquella manera, george parecía hacerlo igual. Tomó la mano de Hermione mientras nos acercábamos hacia los demás escuchando las sonoras risas de Dean Thomas. El gran comedor lucia más entusiasmado de lo normal, las velas decoraban cada rincón en el techo.
—Antes de comenzar el festín, démosle un fuerte aplauso a la profesora sprout junto a madame pomfrey, cuya pócima de mandragora fue tan exitosamente administrada a todos los que estaban petrificados.—exclamó con orgullo. Los aplausos comenzaron mientras las dos mencionabas se limitaron a sonreír y susurrar un Gracias debido a su heroísmo.—Y dado a los recientes acontecimientos y como regalo todos los exámenes serán cancelados

Las palabras habían sido un canto para los oídos en todos, los aplausos y exclamos de felicidad no terminaban en el gran comedor, antes de poder seguir los gritos disminuyeron debido a que las puertas del gran comedor se abrieron con tal fuerza que sorprendió a algunos cerca. El cuerpo de hagrid se hizo presente, ocasionando la sonrisa de algunos;

—Siento la demora, la lechuza que mandaron con mi liberación no llegó, se perdió. Una llamada Errol.—la mirada de ron solo reflejaba temor. Mientras algunos reíamos, Hagrid se acercó hacia el trío de Hogwarts antes de poder seguir hacia los profesores.—Solo quiero decirles que gracias a ustedes harry, ron , Hermione claro.—sonrió.—Yo seguiría, ustedes saben donde. Así que solo les dire gracias

Harry sonrió ante sus palabras, Jane se sentía orgullosa de lo que harry junto a sus amigos podría llegar a hacer. Harry se levantó sin dejar de observar a hagrid soltando aquellas palabras que lograron hacer sonreír de felicidad y nostalgia a él semigigante

—Hogwarts no es lo mismo sin ti.—soltó con felicidad harry y sin más se acercó a él para poder abrazarlo. Las lágrimas en el rostro de Jane no tardaron en presentarse, Dumbledore comenzó a aplaudir observando a hagrid provocando que todos los alumnos en Hogwarts comenzaran a repetir su acción. Los gemelos weasley se acercaron al cuerpo que miraba con ternura a harry, logrando que esta sonriera hacia su dirección.

—El se ha metido en problemas.—continuo fred observando a harry

—Lo se. Siempre termina envuelto.—susurro sin preocupación