39

2.3K 182 8
                                    

Aún no entiendo como pueden estar tan contentos.—exclamó cansadamente, había sido una mañana en particular muy exhausta.

La risa de cedric resonó, tomando la mano de su novia ayudándola a que esta no pudiera caerse debido a las piedras que se encontraban cerca.
—Es el ánimo que mantenemos debido a que presenciaremos la final de los mundiales.—exclamó victorioso el señor Diggory
—Te dije que se pondría de esta manera.—susurró cerca de mi

Habíamos llegado a la cresta de la colina, mis piernas parecían no poder soportar ni un momento más. El dolor en mi entrepierna se había hecho presente hace unas horas, debido a lo sucedido en la habitación de cedric, el cual se había encontrado atento a cualquier síntoma que presentara.
—¡Aqui Arthur! Aqui, hijo, Jane, ya lo tenemos.—
Al otro lado de la cima de la colina,se encontraba la familia weasley ha excepción de los mayores y Molly. El rostro apenado de harry logró identificar Jane, pero esta se escondió detrás del cuerpo de su novio.
—Tranquila, estoy aquí.—susurró cedric, el más que nadie entendía los problemas que mantenían los hermanos potter y había escuchado cada una de las palabras que soltó Jane después de enfrentarse a su hermano, brindándole todo su apoyo.

—¡Amos!—dijo sonriendo el señor weasley mientras se dirigía a zancadas hacia el hombre que había gritado. Los demás lo habían seguido.
El señor weasley le dio la mano al señor Diggory amistosamente.—Este es Amos Diggory.—anunció el señor weasley.— Trabaja para el departamento de regulación y control de las criaturas mágicas. Y creo que ya conocen a su hijo cedric. Oh hola Jane.

El señor weasley llegó hacia Jane tomándola de sorpresa mientras este abrazaba de su cuerpo, Jane repitió su acción sin dejar de observar a cedric.
—Hola.—saludaron cedric junto a Jane llamando la atención de todos, sobre todo de harry que observaba a su hermana. Todos les devolvieron el saludo, salvo fred y george los cuales se limitaron a hacer un gesto de cabeza. Aún no habían perdonado a Cedric, que venciera al equipo de gryffindor en el partido de Quidditch del año anterior. Aunque george iba más allá que el simple partido, había sentido molestia al observar cómo cedric tomaba la mano de Jane.

La charla había acabado, el señor amos había relucido la imagen de su hijo idolatrado el hecho de haber ganado el año anterior al equipo de gryffindor, en estos momentos no me causaba molestia de aquello. No debido a la discusión que había mantenido con harry.
—No tienen más que tocar el traslador. Nada más : con poner un dedo será suficiente.— con cierta dificultad debido a las voluminosas mochilas que llevaban, Los nueve se reunieron en torno a la bota vieja que agarraba Amos Diggory.

Todos pertenecieron en pie, en un apretado círculo, mientras una brisa fría barría la cima de la colina. Nadie habló.
—Tres...—masculló el señor weasley, mirando el reloj.—dos...uno...

Ocurrió inmediatamente: Jane sintió como si un gancho Justo debajo de su ombligo tirara de él hacia delante con fuerza. Sus pies se habían despegado de la tierra: tocó tierra con los pies, cedric se había encargado de tomar su cintura para que ella no pudiera tambalearse y caer.

Jane, tu hermano suele ser muy callado.—preguntó amos observando con curiosidad a todas las personas que se mantenían en las gradas de aquel estadio inmenso
Todo el tiempo.—explicó con rapidez sin dejar de soltar la mano de cedric, el cual parecía asombrado

Habíamos llegado a las gradas en las cuales nos correspondía tomar asiento lo cual sin duda yo hice, mis pies comenzaban a doler. Cedric había notado el cansancio que presentaba por lo tanto masajeo mis piernas suavemente.
Hay asientos para cien mil personas.—exclamó el señor Diggory observando el lugar impresionado
—No lo dudaría si quiera.—respondo suspirando del cansancio
Es un partido muy esperado por todo el mundo mágico.—respondió cedric tomando de mi mano
—Sobre todo para ustedes.—respondo ocasionando las risas de los Diggory.—ahora entiendo el porqué Leah prefirió quedarse en casa, debí hacer lo mismo

No me había molestado si quiera en prestar atención, me dormí la mitad del juego y la otra preferí observar el rostro de alegría que mantenía cedric en su rostro una vez que vio a su equipo ganar. La selección irlandesa había hecho una buena jugada, alabó el señor amos una vez que bajábamos de las gradas para retíranos hacia la casa de campaña.
Jane te has perdido la mejor parte.—exclamó con entusiasmo amos, dando un poco de comida hacia ellos para que pudieran alimentarse antes de acostarse.—He ganado algunas apuestas, esto es una buena victoria. Ahora si me disculpan iré a descansar un poco, descansen chicos.

¿Te encuentras mejor?.—
—Solo estoy un poco cansada, he querido tomar fuerzas. Sabes que el Quidditch no es lo mío.—respondo tomando de la bebida que el señor amos me ofreció
Ven, tal vez necesitas dormir un poco más.—intento tomar mi mano, pero los gritos en las afueras de las casas de campar no dejaron si quiera que nos moviéramos, cada vez incrementaban más. El señor amos se acercó a nosotros con su rostro pálido, intentado averiguar de qué se trataba todo este lío.

—Tomen sus pertenencias, y salgan ahora.—exclamó una vez que salía dejándonos atrás para que pudieras tomar de nuestras cosas y salir en la misma dirección que amos.—Esto no está para nada bien, no es seguro que se estén aquí, cedric sabes como regresar a casa lleva a Jane a salvo.

—Jane no sueltes mi mano de ninguna manera.—exclamó inquieto cedric despidiéndose de su padre para comenzar a dar paso hacia el bosque.

Mi preocupación aumentaba a medida que observaba los rostros pálidos de las personas que corrían exclamando salvación, en mi mente solo había espacio para harry. La duda llegó hacia mi, pero sabía que se encontraba en buenas manos, los weasley lo protegerían más de lo que yo podría hacer.
—Cedric, no puedo correr más. Mis pies duelen.—cedric había parado de correr para sostener el cuerpo de Jane, continuaron unos pasos más hasta acercarse a unos árboles en los cuales podían recargarse. A unos pasos se encontraban algunas familias aterradas por lo sucedido, esto sin duda no había terminado de una buena manera en absoluto.
—Toma esto, te servirá.—sorbo el agua de aquella botella aguardando un poco para el.—Saldremos ahora de este lugar, mañana estará inundado de personas y se que esto no será un agrado para ti.

—¿Que hay con de tu padre?.—
El está en buenas manos, ahora no sueltes mi mano. Llegaremos rápido de acuerdo cariño.

El secreto de los PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora