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—George, ¿has visto a Jane? La hemos estado buscando por todo Hogwarts pero no la encontramos

La mueca de confusión en el rostro de George se hizo presente

—¿Jane? No la he visto en toda la mañana, he quedado con ella de vernos aquí mismo

—¡Por merlin! Ella se perderá esta prueba—musitó preocupada angelina

Las mismas tribunas que habían rodeado en noviembre el cercado de los dragones estaban ahora dispuestas a lo largo de una de las orillas del lago. Las gradas, llenas a rebosar, se reflejaban en el agua. El eco de la algarabia de la emocionada multitud se propagaba de forma extraña por la superficie del agua y llegaba hasta la orilla por la que harry corría a toda velocidad hacia el tribunal, que estaba sentado en el borde del lago en una mesa cubierta con tela dorada. Cedric, fleur y krum se hallaban junto a la mesa, y lo observaron acercarse.

Cedric observó hacia sus compañeros los cuales se dividían en gritos eufóricos en los cuales su nombre resonaba tal y como lo hacía el de harry, observó las cabelleras pelirrojas junto a él grupo de amigas de Jane, pero ella no se encontraba cerca. Cedric, se desanimó aunque pareció ocultarlo puesto a que le había sonreído a Cho la cual se encontraba observándolo fijamente mientras aplaudía. Harry por otra parte, se encontraba nervioso. Pero ni siquiera había tenido tiempo de voltear hacia el publico, de lo contrario si lo hubiera hecho solo lo complicaría aún más poniéndolo aún más nervioso.

—Bien, todos los campeones están listos para la segunda prueba, que comenzará cuando suene el silbato. Disponen exactamente de una hora para recuperar lo que se les ha quitado. Así que, cuando cuente tres: uno... dos... ¡tres!

El silbato sonó en el aire frío y calmado. Las tribunas se convirtieron en un hervidero de gritos y aplausos. Sin pararse a mirar lo que hacían los otros campeones, harry se quitó los zapatos y calcetines, saco del bolsillo el puñado de branquialgas, se lo metió en la boca y entró al lago. El agua estaba tan fría que sintió que la piel de las piernas le quemaban como si hubiera entrado al fuego.

Harry se dio cuenta de que había risas entre la multitud, angelina junto a katie observaban con curiosidad la estrategia que utilizaría harry mientras alicia miraba por las tribunas inquietas por el paradero de su amiga, george se encontraba serio no tenía ni una sola pizca de interés, el solo necesitaba saber que Jane se encontraba bien.

—Vamos George, ella estará bien.—musitó alegre fred gritando sin pudor el nombre de harry

—Algo me dice que esta prueba nos dará la respuesta—susurro George aunque alicia había escuchado claramente sus palabras

Harry se había deslizado por aquel paisaje extraño, oscuro y neblinoso, el silencio le presionaba los oídos. No veía más allá de tres metros a la redonda, de forma que, mientras nadaba velozmente las cosas surgían de repente de la obscuridad: bosques de algas ondulantes y enmarañadas, extensas planicies de barro con piedras iluminadas por un levesimo resplandor. Bajo más y más hondo hacia las profundidades del lago, tal y como los otros tres campeones lo hacían a su manera.

Nos llevamos lo que más valoras,
Y para encontrarlo tienes una hora...

Harry nado más aprisa, y no tardo en ver aparecer frente a él una roca grande que se alzaba del todo. Había en ella pinturas de sirenas y tritones que portaban lanzas y parecían estar tratando de dar caza al calamar gigante. Harry pasó la roca, guiado por la canción

...ya ha pasado media hora, así que no nos des largas si no quieres que lo que buscas se quede criando al gas...

Harry dobló muy aprisa una esquina, y vio muy pronto algo muy raro. Toda una multitud de sirenas y tritones flotaba delante de las casas que se alineaban en lo que parecía una versión submarina de la plaza de un pueblo pintoresco. En el medio cantaba un coro de tritones y sirenas para atraer a los campeones, y tras ellos se erguía una tosca estatua que representaba a una sirena gigante tallada en una mole de piedra. Habían cuatro personas unidas con cuerdas a la cola de la sirena.

El secreto de los PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora