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Capítulo final

—¿Has hablado con harry? Tú carácter esta mañana me confirma que lo hiciste mediante cartas—preguntó curioso george entrando a la cocina en brazos con jules la cual tomaba de su cabellera jugueteando con ella

Suspiro cansada, harry era un caso perdido. Un problema andando, sin embargo no podía perderlo de vista no cuando los Mortífagos se encontraban detrás de él.

—Lo he hecho, pero el sigue pidiéndome que me preocupe en jules y la mantenga a salvo.—adquiero el mismo tono de voz que harry me ofreció aquella tarde—Es mi hermano, George le prometí cuidarlo y protegerlo.. es lo que estoy haciendo, pero sigue metiendose en más y más problemas

Ese es el harry que yo conozco—sonrió divertido george sin embargo mi mirada ocasionó que dejara de sonreír para rascarse la cabeza

—El no debió ir tras esa mujer, es un peligro. Todo a su alrededor es un peligro. Solo mira la madriguera cómo quedó—sentenció abrumada.La madriguera había comenzado a ser reconstruida debido al incendio que hubo por parte de los Mortífagos, al parecer le habían brindado ayuda a Arthur ante semejante caos en su hogar.

El ataque había ayudado a entrar en razón a harry debido al peligro en el cual se encontraba, y el resto de la población mágica se dio cuenta de lo fácil que es era para que los Mortífagos lo atraparan y se requería una mejor protección allí donde Harry tenía la intención de quedarse. Me había ofrecido incluso insistí varias veces en tener la custodia completamente de harry y que el pudiera vivir con nosotros en la tienda sin embargo remus se posicionó de su lado, el tendría que estar en un lugar a salvo y yo debía protegerme aún más teniendo a jules. Hogwarts al parecer era lo más seguro en estos momentos

—Vamos jules sigue jugando con los muñecos que tienes regados en el piso. Mamá está molesta—murmuro divertido george hacia nuestra jules que recién cumplía los siete meses. Había crecido un par de centímetros, su salud se encontraba en un buen estado, los genes weasley resaltaban en el rostro de mi hija; su cabellera mantenía el mismo color de su padre tal como el tono de su piel. Sus mejillas rosadas ocultaban las pecas que había obtenido con el tiempo. Mientras sus ojos, y su pequeña nariz habían sido como los míos, por fortuna heredó algunos genes potter.

—Lo estaré contigo si sigues dejando tomar a jules varitas falsas—sentenció sirviendo el desayuno a george, junto al de fred que no tardaría en levantarse

—Ella disfruta de las varitas—se defendió george recibiendo una mirada molesta de mi parte. A lo cual solo alzó sus brazos acercándose a la mesa y comenzar a comer—Te han comunicado del estado de katie, ¿aún no?

—Su madre me ha mandado una carta hace dos semanas, asegurándome que ella se encontraba bien pero debía seguir reposando no es una simple fiebre ¡estuvo al borde de la muerde!—suelto inquieta—Les he avisado a las chicas, al parecer se encontraban aún más preocupadas que yo

—Entiendo. Katie no merecía pasar por aquello, aunque aún no encuentren al culpable ella merece justicia—aseguró george comenzando a beber de su jugo de manzana

Preparo un poco de puré de manzana para que jules pudiera comerlo debido a que era el favorito de ella, y punto a que en estos meses querríamos que comieras más que su leche. Nos asegurábamos de darle avena, que pudiera digerir con normalidad tal como más puré de distintas frutas y verduras para su alimentación. Me acerco para tomarla entre mis brazos para acomodarla en su sillita asegurándola de que no pudiera caerse, le dejo el platillo con sus pequeñas cucharas.

—Vamos come cariño, es tu favorito—sentenció acomodándole su babero. Jules sonrió alzando sus brazos como si se tratara de un baile, George sonrió ante su comportamiento para tratar de acercarle un poco de puré consiguiendo que jules comenzara a comer de poco a poco. Con tranquilidad me acerco a la cocina sirviéndome un poco de comida para poder desayunar tranquilamente, sin embargo unas pisadas llamaron mi atención. El rostro de fred lucia pálido una vez que llegó hacia el comedor—Fred.. ¿estas bien? Luces muy pálido

El secreto de los PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora