El secreto de los Potter

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—¿Ya ha dejado alguien su nombre?.—preguntó una vez que logramos llegar a la entrada de Hogwarts, y no salir tan empapadas debido a la tormenta que se encontraba.
—Todos los de Durmstrang.—contesto ella.—De momento solo cedric, lo ha hecho.
—Seguro lo hicieron ayer despues de que los demás nos acostamos.—dijo katie.—Yo lo habría hecho así si me fuera a presentar: preferiría que no me viera nadie

—Vamos katie,no seas agua fiestas. Yo por mi parte haría que todos admiraran cuando colocara mi nombre en el cáliz.—contesto Alicia provocando que Jane comenzara a reír

Como al día siguiente era sábado, lo normal habría sido la mayoría de los alumnos bajarán tarde a desayunar. Sin embargo, Jane, angelina, Katie y alicia no fueron las únicas que se levantaron mucho antes de lo habitual en días de fiesta. Al entrar al vestíbulo vieron a unas veinte personas agrupadas alli,algunas comiendo tostadas y todas contemplando el cáliz de fuego. Lo habían colocado en el centro del vestíbulo, encima del taburete sobre el que se ponía el sombrero seleccionador. En el suelo, a su alrededor, una fina línea de color dorado formaba un círculo de tres metros de radio.

Alguien se reía detrás de Jane, al voltearse fred, george y Lee jordan bajaban corriendo de la escalera. Los tres parecían muy nerviosos.
—Ya está.—les dijo fred a harry, ron y Hermione en tono triunfal, pero su grito ocasionó que nosotras dirigiéramos nuestra atención a ellos.—Acabamos de tomárnosla
—¿El que?.—preguntó curioso ron
—La poción envejecedora, cerebro de mosquito.—respondió fred
—Una gota cada uno—explicó george, frotándose las manos—Solo necesitamos ser unos meses más viejos

—Es una estupidez, no servirá de nada.—susurró a las chicas, provocando que alicia comenzara a reír
—Será divertido burlarme de ellos.—sentenció angelina sin dejar de observar a los gemelos

Harry observó fascinado como Fred se sacaba del bolsillo un pedazo de pergamino con las palabras: fred weasley, Hogwarts. Fred avanzó hasta el borde de la línea y se quedó allí, balanceándose sobre las puntas de los pies como un saltador de trampolín que se dispusiera a tirarse desde veinte metros de altura. Pero Jane parecía más entretenida mirando él dirección a cedric, el cual parecía conversar con sus compañeros de casa. Durante una fracción de segundo, los presentes creyeron que el truco había funcionado. George desde luego también lo creyó, porque profirió un grito de triunfo y avanzó tras fred. Pero al momento siguiente se oyó un chisporroteo y ambos hermanos se vieron expulsados del círculo dorado como si los hubiera echado un invisible lanzador de peso. Cayeron al suelo de fría piedra a tres metros de distancia, haciéndose bastante daño y para colmo sonó un plin y a los dos segundos les salió de repente la misma barba larga y blanca. En él vestíbulo, todos corrompieron en carcajadas, incluso fred y george se rieron al ponerse de pie y verse cada uno la barba del otro.
—Se los dije, chicas.—respondo comenzando a ojear el libro de pociones que mantenía en la mesa
—Puse mi nombre justamente ayer por la noche.—susurró angelina provocando que la mirada de las tres chicas llegaran hacia ellas

—¿De que rayos hablas? Me has prometido no hacerlo.—contesto molesta alicia
—Mi cumpleaños fue la semana pasada, he querido esto desde que tengo memoria. Podrían al menos alegrarse por mi.—suplico angelina
—No puedo creerlo.—exclamó ron impresionado escuchando la pequeña conversación que manteníamos

—Me alegro de que entre alguien de gryffindor.—declaró Hermione— ¡Espero que quedes tú, angelina!
—Gracias Hermione.—contesto la buscadora sonriendo
—Si, mejor tu que Diggory el hermoso.—dijo Seamus, lo que arranco miradas de rencor de unos hufflepuff que pasaban al lado

—Cedric no solo es caracterizado por su belleza, tiene un impresionante talento y destreza en sus habilidades, pero personas como tú al parecer no pueden reconocerlo. Que no se te olvide que soy su novia.—bramó molesta tomando mi libro disponiéndome a salir de aquel lugar

Estaba cansada, la belleza no solo giraba en torno a todo. Cedric había mantenido sus nogal altas, incluso mejor que las mías. su desempeño en mejorar día tras días solo provocaba que mi admiración hacia él incrementara más, sin olvidar las habilidades que mantenía. Él sería digno en participar en aquel torneo, aunque aquello no me agradará del todo.
—Jane, vamos detente.—dijo cedric saliendo del gran comedor
—No estoy de humor ahora cedric, vuelve con las chicas seguro están demasiado preocupadas.—trato de seguir caminando pero el brazo de cedric no me lo permitió

—No tienes porque molestarte por ellas, solo me brindan su apoyo es todo.—
—¿que solo te brindan apoyo? ¿Acaso estás ciego cedric? Estas realmente ciego, ahora quítate.—exclamó molesta intentando quitar su brazo pero la fuerza que mantenía cedric era bastante
—Lilith, cariño.—intento excusarse pero el enojo en mi no ayudaba bastante

—No me llames de esa manera. Un mes, un mes en el cual esto se ha tornado de lo más incómodo. Te la pasas detrás de todos tus amigos, muy divertido en compañía de esas chicas que su única atención es enfocada en ti y no precisamente por apoyo, en ese estupido torneo ahora dime, ¿donde quedo yo? Aquel día no miré a los chicos porque estos llamarán de mi atención, lo he hecho porque tú lo hiciste con las chicas, y parecías alegre ¿porque yo no debería hacerlo? Esto es una estupidez, no pienso seguir molestando en explicar algo que tú solo puedes entender, ahora me iré y espero no me sigas

—No déjate que te vayas molesta, así que detente solo unos segundos.— tomó de mi rostro para acercarme hacia su pecho y comenzar a acariciar mi espalda.—Inhala y exhala, las veces que sean necesarias para que te calmes un poco, se que puedes cariño
—Lo siento.—exprese
—No tienes por qué disculparte, tienes razón. Me he molestado al principio no me gusto mucho aquella escena donde mi novia parecía sonrojarse por un idiota rubio, pero sé que debiste ponerte de igual manera pero yo no las he visto porque llamaron mi atención, ernie ha soltado un cumplido a alguna de ellas por lo tanto las observé, ni una sola chica llamaría mi atención la única que lo haría eres tú, es por ello que estamos juntos.

—Ha sido un mes insoportable.—intento explicar
—Lo se, y te he descuidado. Así que ahora iremos a dar nuestra caminata para charlar un poco más, de acuerdo.—acomodó los mechones rebeldes que mantenía en mi rostro
—De acuerdo.—finalizó tomando de su mano para comenzar a partir

—He escuchado como me has defendido, aunque no tenías por hacerlo pero lo valoro cariño.—soltó sonriendo, cedric se habia animado aún más cuando jane defendió a capa y espada a su novio inclusive de alguien de su propia casa.
—Lo haría una y mil veces más, por ti.—