El secreto de los Potter

51

Deseosos de impresionar a los visitantes de Beauxbatons y durmstrang, los de Hogwarts parecían determinados a engalanar el castillo lo mejor posible en navidad. Cuando estuvo lista la decoración, jane pensó que era la más sorprendente que había visto nunca en el castillo: a las banderillas de la escalinata de mármol les habían añadido carámbanos perennes; los acostumbrados dice árboles de navidad del gran comedor estaban adornados con todo lo imaginable, desde luminosas bayas de acebo hasta búhos auténticos, dorados, que ululaban y habían embrujado las armaduras para que entonaran villancicos cada vez que alguien pasaba por su lado. Era impresionante oír Adeste, fideles.. cantando por un yelmo vacío que no sabía más que la mitad de la letra. En varias ocasiones flich, el conserje tuvo que sacar a peeves dentro de las armaduras, donde se ocultaba para llenar los huevos de los villancicos con versos de su inventarios, siempre bastante groseros.

Jane había aceptado la invitación de george, le había parecido un gesto amable de su parte puesto a que aún después de lo sucedido, George la tomó en cuenta para que esta lo acompañara al baile. Pero para alguien no parecía agradarle aquello, alicia había escuchado las maldiciones y quejas de Amber al enterarse que george iría al baile con alguien más, su enojo incremento al saber que Jane potter sería su acompañante.
—Te lo digo enserio debiste ver su cara cuando una chica de su grupo le dio la noticia, ha sido fenomenal—expreso burlesca alicia

—No tendría por que ponerse de aquella manera, fred me ha dicho que nunca llegaron a formalizar su relación a decir verdad no sucedió nada. Amber se encargó de esparcir el rumor que se encontraban de novios—explicó angelina una vez que llegamos al gran comedor.
—Me temo que george solo le siguió el juego, pero no entiendo que ganaría el con eso. Si al final no le interesaba Amber—Alicia protestó curiosa. Pero katie sabia exactamente el motivo.

—Dejemos el drama de aquellos dos por ahora, y enfoquémonos en lo importante; Jane que usarás en el baile, nosotras hemos conseguido nuestros vestidos ¿y tú?—husmeó katie insistiendo aquel tema
—No pensarás usar una cortina como vestido—protestó angelina.
—En realidad es que ya he conseguido uno—explicó Jane sintiendo la mirada de sus tres amigas posicionadas en ella.— La madre de cedric me ha obsequiado un vestido en el verano, supongo que ha creído que cedric me llevaría al baile.

—¿Es lindo? Si lo es, así no culparé tanto a su madre de la farsa que ha hecho su hijo—respondió alicia. Pero Jane no había si quiera abierto el paquete, mucho menos lo había desempacado de su baúl, se resistía al hacerlo.
—No lo he abierto, no estoy segura de usarlo.—exprese

Katie comía del pan glaseado observando con decisión a su amiga, alicia parecía molesta ante las palabras de Jane mientras angelina había estado pensado en cómo podría ayudar a su amiga y así poder elegir un vestido adecuado para ella.
—Lo usarás, ha sido un obsequio. No te ha dado una regla de usarlo para cedric, es tuyo ahora. No tenemos demasiado tiempo para buscar un vestido nuevo—
—Pero alicia...
—Jane, esta vez alicia tiene razón. Debes usarlo, después de todo el vestido ahora es tuyo—susurro katie

Después de las palabras de apoyo de sus amigas, Jane había decidido en terminar usando aquel vestido. No le parecía una agradable idea, pero al final accedió. No pensaba dejarlo arrumbado en aquel baúl. Las chicas habían decidido salir del comedor un poco antes que todos, alicia golpeó el brazo de Jane para que esta observara el rostro de George el cual sonreía hacia su dirección, Jane repitió su acción antes de salir por aquellas puertas.

—Aún tengo mis teorías, cedric no es tan malo y probablemente no pudo hacer todo esto el solo—siguió indagando alicia, pero aquellas palabras no parecían mostrar importancia en Jane.
—Es listo, sin duda. Pero no tiene un aspecto de traidor, no sabiendo que está en hufflepuff—resonó la voz de katie
—He pensado en su padre, tal vez—soltó Jane—El me lo ha dicho aunque no sé si creerle, aunque de verdad eso ya no importa.

—En realidad ya no importa, pero alicia cree que deberíamos véngarnos de él.—musitó angelina recitando las palabras a la señora gorda para poder entrar a nuestra sala común
—¿Vengarse? No deben estar hablando enserio— Jane había sentido molestia hacia cedric, mas no lo odiaba. Y no esperaba vengarse de él, no le parecía apropiado. Al final cedric no era feliz conmigo y él solo buscaba amor, tal y como lo encontró en Cho. No podía ser egoísta y molestarme con aquello, pero él había pedido disculpas hacia su comportamiento conmigo y eso era todo lo que pedía.— Lo he superado, no se vengarán de él.

—Nosotras podemos deshacer aquella idea, pero no podría decirte lo mismo de fred y George—musitó nuevamente angelina una vez que entramos hacia la habitación

—Díganme que no están tramando nada aquellas comadrejas—musité preocupada Katie comenzó a reír, tomando a steve para acariciarlo. Alicia llegó hacia mi baúl para acomodarlo en mi litera, mientras angelina solo se mantuvo callada antes de dirigirse hacia el baúl junto a katie.
—Seguimos prestándole atención a otras cosas, y no nos enfocamos en lo importante—explicó nuevamente alicia— ahora enséñame lo que tienes

Jane abrió con sumo cuidado el baúl, había sacado todas sus pertenencias ha excepcione de la capa ligera de papel donde se encontraba aquel vestido. Alicia se apresuró en abrirlo, sus ojos se habían enfocado en aquella pieza que había desenvuelto con anterioridad. Katie sonrió complacida, angelina daba brinquitos de alegria tomando a Jane desprevenida. Alicia inspeccionaba aquel vestido naranja que mantenía frente a ella, tratando de averiguar que todo se encontraba bajo control.
—Lucirás radiante—explicó katie
—¡Me encanta! La madre de cedric, seguro ha pensado que irías al baile con un weasley—soltó angelina admirando nuevamente aquel vestido.

Jane miró el vestido incrédula, aquello parecía ser salido de un cuento. La tela resultaba ser suave, el color era llamativo pero cálido a la vez, la hechura parecía agradarle, aunque fuera un poco descubierto, le agradaba.
—Es tú talla, no parece tener algún daño. Así que ten por seguro que lo usarás—soltó alicia tendiéndole el vestido a jane